Capítulo VII

728 73 70
                                    

Mantenía los ojos cerrados y la cabeza hacia atrás, por órdenes sus manos se encontraban sujetas detrás en su espalda y las rodillas levemente separadas. Con un jadeo dejó que el peso de su cabeza fuera hacia delante y abrió los ojos para deleitarse con la vista que tenía frente a sí.

Makoto se estaba comportando como un dulce y adorable gato, pasando su rasposa lengua de arriba abajo de su miembro y lamía apenas aparecía una gota pre-seminal del orificio de su pene. Lo veía muy concentrado en la tarea, mas no había hecho nada más que lamerlo, sin chupar, morder o succionar; ni siquiera había besado el glande. Solo lamía, como si fuera una paleta dulce o un helado a punto de derretirse.

Y Sousuke pensaba que realmente se iba a derretir en cualquier momento. La imagen delante de él no era solo erótica, ver a Makoto lamiéndolo con las mejillas sonrojadas hacía que su fantasía de fin de semana se hiciera presente. En uno de los tantos escenarios que se había imaginado para saciar sus deseos era la de tener a Tachibana otorgándole sexo oral con un rasgo de timidez.

Por alguna razón, él creía que la verdadera personalidad del castaño se asemejaba más a lo que estaba viendo en ese momento que a lo que demostró durante su primer encuentro. Aunque tampoco se quejaba de esa primera impresión, lo había dejado cautivado; pero claro, la actitud de santo combinaba con la apariencia de ángel.

Sin siquiera darse cuenta de lo que estaba haciendo, dirigió una de sus manos hasta el cabello color caoba, que con los rayos de sol que entraban a caudales a la habitación, dejaban entrever unos cuantos mechones de un color dorado, una hermosa mezcla de colores que le recordaba la calidez del verano.

Con el tacto en su cabello, Makoto instintivamente ladeó la cabeza para recibir más del toque, pero aquel gesto le sacó de la ensoñación en la que se había sumergido y le ayudó a despertar. Aquello lo estaba disfrutando, demasiado. Se separó un poco de su labor y se pasó la lengua por los labios, ya se había cansado de aquella preliminar y estaba seguro de que Yamazaki no necesitaba de más atenciones suaves o sutiles.

Frente a él se erigía el pene de Sousuke, duro y erecto como una esfinge egipcia de granito llena de símbolos y secretos que le aseguraban una vida más allá de la muerte. Makoto solo esperaba que fuera la petite mort. Aunque en ese sentido dependía de él si probar o no del oasis que sabría que vendría una vez el trabajo estuviera hecho.

No podía desconcentrarse más de lo que ya estaba. Todo lo que estaba haciendo era trabajo, lo que él quisiera experimentar era en virtud de los beneficios de la empresa, una carcajada resonó en el interior de su mente, pero la alejó de inmediato.

Mordiéndose el labio, tomó aire y abrazó entre sus labios aquella aterciopelada piel que sobresalía delante suyo y le rogaba mediante brincos que hiciera algo con ella. Un suspiro de satisfacción brotó desde el pecho de Yamazaki y Makoto decidió que era el momento de chupar.

Su boca se volvió más osada y se movía en pos del placer del moreno, quien ya no acariciaba sutilmente su cabello, sino que lo tenía agarrado por el mismo y trataba de guiarlo hacia un ritmo que sería mucho más favorecedor para su liberación; pero él se negó. Tachibana le dio un suave mordisco en señal para que lo mirara y comprendiera que no podía correrse hasta que pasara algún tiempo, tenía que entender que había pautas que seguir y que en ese sentido el chico más bajo era muy estricto con respecto a los tiempos de cada acción o escena.

Aunque si lo pensaba bien, no había ningún reloj en la estancia y había dejado el suyo en la mesa de su escritorio junto con sus... ¡lentes!

Parpadeó de forma repetida y rápida y solo entonces se dio cuenta que todavía los llevaba puestos. No, no, no, no. Eso no era posible, él siempre los sentía cuando los llevaba puestos, incluso después de tantos años usándolos todavía se le hacía incómodos de llevar, aunque en todo ese tiempo no se había percatado de su uso. Además, ¿cómo no se habían caído cuando él se sacó la camiseta por la cabeza? ¿o cuando ladeó la cabeza para besar a Yamazaki?

Entre cámaras y sábanas [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora