Capítulo VIII

624 61 43
                                    

Ya con el cuerpo relajado después del baño, Sousuke salió secándose el cabello con la toalla, encontrándose con Makoto sentado al borde de la cama y la cara entre las manos. El moreno creyó que pocas veces había conocido a un hombre con tal gesto de derrota. Su ceño se frunció y su mente se llenó de pensamientos de inseguridad por lo que acaba de pasar, tal vez aquél "entrenamiento" no había resultado del todo bien.

—¿Sucede algo? —rompió el silencio mientras se acercaba a la cama y se sentaba al lado de Makoto, quien de inmediato se enderezó y volvió a su sonrisa habitual, aunque sus ojos carecían del brillo.

—Nada, iré a tomar una ducha. Mientras tanto puedes ir con Rin o con Gou, tal vez ya tengan algo para ti.

El castaño no espero una respuesta, solo se colocó de pie y se adentró al cuarto de baño, cerrando la puerta tras sí. Sousuke se sorprendió un poco por aquella actitud, pero decidió que lo que le había dicho era correcto, debía ir donde su amigo a ver si tenía algo para él. No podía pasar todo el día junto con Tachibana, por muy entusiasmado que estuviera de seguir "aprendiendo". Recogió sus cosas y salió de la habitación para dirigirse a donde pudiera encontrar a algún Matsuoka.

—Oh, Sousuke, ¿ya terminaste lo que fuera que estabas haciendo con Makoto? —apenas salió hacia el pasillo se encontró con su amigo, quien lo incordió de inmediato—. Espero que hayas prestado atención, pues haremos una pequeña prueba de cámara contigo.

—¿Prueba de cámara?

—Sí, será algo corto, pero intenso —ambos comenzaron a caminar hacia la habitación que Sousuke ya había identificado como el preludio de las grabaciones—. De todas formas, no será nada muy elaborado y sin muchos requerimientos; ya sabes sería tu primera vez.

Mientras Rin agitaba sus cejas de arriba abajo y abría la puerta, Sousuke volteó los ojos, para fijarse en el chico que momentos antes se había topado saliendo de la oficina de Tachibana.

Un par de ojos del más brillante celeste cian se posaron en él, enmarcados por unas espesas pestañas de un extraño color plateado que combinaban con un pésimo corte de cabello que delineaba un rostro angular y bien definido pero que seguían invitándolo a que enredara sus dedos en él. Por la constitución a primera vista, Sousuke hubiera dicho que ese chico tenía más de femenino que todos los presentes en el lugar.

—Sousuke, te presento a Nitori Aiichiro —una seña y el moreno saludó a Nitori—. Ai, él es Yamazaki Sousuke.

—Ya nos presentó Tachibana hace un momento —habló algo cortante Sousuke, pues el rechazo de ese entonces por el pequeño hombrecillo todavía le dolía. Volvió a centrar su atención en él y pudo ver que ya no quedaban rastros de su anterior llanto. Eso era bueno.

—S-sí, es cierto. Nos encontramos en la oficina de Tachibana-san.

¿Nitori le decía Tachibana? Bien, esa era una buena señal, pensó Sousuke aliviado sin saber por qué.

—Entonces eso facilita las cosas. Sousuke, Ai será tu compañero el día de hoy, viene de... haberse tomado un receso así que es como si también volviera a las pistas. No seas muy rudo con él. —El moreno frunció el ceño, ¿qué sabía Rin de si él era brusco o no? —Ai, por tu parte necesitaré que guíes a Sousuke dentro del escenario, ya sabes, impón tu ritmo, que sea el adecuado para la filmación. Estoy seguro de que lo lograrás.

El moreno se tiró en uno de los cómodos y mullidos sofás, a pesar de la siesta seguía cansado. No era consciente de cuánto tiempo había pasado entre que había entrado a la oficina de Makoto y habían pasado todas esas cosas, pero por el gruñido en su estómago creía que ya era cercana a la hora de almuerzo.

Entre cámaras y sábanas [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora