—¿Acaso tengo elección? —preguntó algo molesto. Rin hizo como que pensaba la respuesta.
—Mmmm... creo que no —de nuevo se asomaban sus dientes de tiburón.
—Pues, hagámoslo.
—Así me gusta, Sousuke, que seas tan decidido.
—Cállate, o te golpearé —Rin comenzó a reír a la vez que juntaba sus palmas en un solo aplauso—. Pues bien, haré que Gou te traiga el contrato, así podrás leerlo con calma y tranquilidad, ¿estás bien con eso?
Sousuke asintió y se sentó en una silla frente al escritorio de Matsuoka, a su lado también se sentó Makoto, quien apenas le había dirigido palabra desde aquello. Rin se asomó por la puerta de su despacho para llamar a su hermana y esta llegó apenas unos segundos después llena de documentos en su regazo. Se los entregó a Rin y volvió a desaparecer luego de darle una sonrisa animada al moreno.
Rin le tendió los papeles a su amigo y bordeó la mesa para sentarse en su cómoda silla acolchada. Tanto él como Makoto no despegaban los ojos de Yamazaki, quien se sorprendió de toda la cantidad de documentos en sus manos, ¿de verdad era necesario que leyera todo eso en ese momento?
—Yamazaki-kun, el contrato solo son las cuatro primeras páginas, el resto son anexos, documentación referente a la salud, algunas cláusulas especiales y cosas por el estilo. Además de que se añade una lista con cosas que puedes o no hacer, algo así como tus límites. Para nosotros es importante saber y estar seguros de tu consentimiento para algunos temas —le habló con seguridad Tachibana—. Estoy ahora aquí para contestarte cualquier pregunta y ayudarte en lo que necesites.
—Tendrás que hacerte unas pruebas de enfermedades venéreas, chequeos médicos regulares, y claro, todo correrá por nuestra cuenta. De todas formas, mientras nos aseguremos de que estás libre de todo, tendrás que usar preservativo —explicó Rin a la vez que Sousuke estaba leyendo la hoja referente a la salud.
—Oye Rin, sabes perfectamente que no tengo nada, además recién con Tachibana-san...
—Yamazaki-kun, no es que creamos que puedes tener algo, es parte de las políticas y además las entidades de salud nos piden cumplir con las normas ya establecidas. Todos los actores y también actrices porno deben tener un seguimiento. No es nada en contra tuyo, pero así nos aseguramos de brindarle un ambiente seguro a todos. Y nosotros utilizamos preservativo para la penetración, ¿no lo recuerdas? —preguntó Makoto.
Por supuesto que lo recordaba. El moreno exhaló abruptamente el aire que tenía dentro de sus pulmones, y pensó que tenía mucha lógica que tuviera que inspeccionarse de vez en cuando, al igual que el resto de sus compañeros, lo cual le generaba mayor confianza al respecto.
Siguió leyendo y se fijó en que su jornada laboral era de 8 horas diarias, como cualquier otro trabajo. Él no necesitaba toda esa cantidad de tiempo para recrear una escena de sexo, además, ¿las películas porno no solían durar entre 5 minutos a 1 hora? ¿Era necesario que estuviera tanto tiempo ahí?
—¿Por qué son tantas horas al día? ¿Cuántas películas piensas hacer conmigo? ¿Me vas a sobreexplotar? —preguntó Yamazaki.
—Es un contrato de trabajo normal, ¿acaso pensabas que te iba a pagar tanto dinero por venir 10 minutos? —replicó Rin molesto.
—Ya, Rin-san. No debes contestarle así a Yamazaki-kun solo porque sea tu amigo, piensa que él es nuevo en todo esto —intervino el castaño—. Yo te explicaré, verás, esto no se trata solo de tener sexo, como muchos piensa. Cuando llegas aquí, se te entregará un libreto, el cual debes estudiar, analizar y aprender, al igual como si fuera cualquier otro libreto. La única diferencia es que probablemente estés desnudo la mayor parte del tiempo.
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Entre cámaras y sábanas [Terminado]
FanfictionRin le pide fervientemente ayuda a Sousuke para que sea actor en su "empresa", y este luego de un tiempo acepta a regañadientes. ¿El problema? La pornografía. Sousuke se adentra en un mundo del cual solo había visto mediante vídeos pornos y escucha...