El rubio, con nerviosismo, pero con osadía, llevo sus manos hasta las solapas del sacó del mayor y lo deslizó por sus hombros, siguiendo por sus brazos y antebrazos, hasta caer sobre el piso de la habitación. El mayor sonrió dentro del beso, para luego separarse, mirando con lujuria al de ojos claros, que tenía la mirada cargada de deseo, lujuria, miedo e inocencia.
—veo que estas ansioso, Steve — susurro el mayor, mientras despuntaba el chaleco y lo retiraba junto con el sacó del contrario, que le miraba fijamente, mientras un sonrojo invadía sus mejillas.
—no te haces una idea de cuanto he deseado esto... Pero si te soy honesto, tengo miedo— murmuro entre jadeos con completa honestidad el rubio.
—no tienes porque tenerlo, haré de esta noche algo especial para los dos, te haré sentir bien, confía en mi— susurro ronco el castaño, para tomar nuevamente sus labios.
La ropa empezó a desaparecer, mientras los amantes recorrían y exploraban a su antojo todo aquello que les era expuesto. Los dos se hallaban completamente desnudos y sus pieles, perladas de sudor, hacían un contraste hermoso, fusionándose a medida que las caricias avanzaban.
El castaño tomo de la cintura al rubio, y entre besos caricias y roces, lo atrajo con él hasta la cama, sentándose primero, para luego poner al rubio sobre su regazo.
—Relajate, cariño, te noto muy tenso— le susurro el castaño al rubio en el oído, para luego bajar y dar una suave mordida al lóbulo de su oreja, sacando un jadeo ahogado del rubio.
El castaño bajo del lóbulo de la oreja hacia el cuello del rubio, el cual beso y marco a su antojo, mientras sus manos exploraban la espalda y las redondeces del rubio, tratando de memorizar cada lugar y de no dejar lugar sin explorar.
El rubio jadeaba y se removía entre los brazos del castaño, empezando a crear una deliciosa fricción entre sus cuerpos, que los excitaba de sobremanera. Las manos del rubio empezaron a explorar la espalda y pecho del castaño, que jadeaba entre beso y beso.
El castaño, en un movimiento rápido llevo la mano hasta la unión de sus cuerpos y acomodo sus erecciones, para frotarlas constantemente, los gemidos y los jadeos de ambos amantes inundaban la habitación.
Él rubio, después de un tiempo, cansado de la tortura que estaba sufriendo y a punto de correrse, llevo sus dedos hasta sus labios, y empezó a chuparlos, todo bajo la atenta mirada del castaño, que se encontraba más que caliente con la bella estampa que su hermoso rubio le regalaba.
Saco los dedos de la boca del rubio, y los llevo hasta su propio pecho, dejándolos deslizar sensualmente por su bronceado torso. El rubio lo miró con confusión, pero el castaño lo miró traviesamente, y se mordió con sensualidad el labio, para acercarse hasta el oído del contrario, y tomándolo de las caderas, aumentando aun más la fricción entre sus cuerpos, susurro.
—estas muy impaciente, cariño, te dije que me haría cargo de todo, no te apresures... Disfruta— le susurro roncamente, erizandole la piel.
El castaño, sin despegarse del rubio, abrió la gaveta superior de la cómoda al lado de su cama, y saco un preservativo y tubo de lubricante, el cual destapó, para verter parte de su contenido en sus dedos, y llevar los dígitos a la entrada del rubio, dando suaves caricias a su esfínter, dilatandolo y preparándolo para recibir su falo.
Un dedo fue introducido en el interior del rubio y un pequeño gruñido de molestia salió de sus labios, preocupando al castaño.
—te lastime — pregunto, busco la mirada del rubio y encontró sus ojos acuosos, angustiado, pensó en sacar su dígito, pero el rubio fue más rápido y se movió contra su mano, llenando su intimidad con aquel dígito.
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Amor A Puertas Cerradas
FanfictionSteve Rogers, por azares de la vida, termina trabajando como asistente de Tony Stark, debido a que Pepper, su asistente anterior, presenta un embarazo de alto riesgo y le es imposible ocuparse de tan gran responsabilidad. Steve accede a trabajar all...