Para siempre

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—Tony...— murmuró el rubio sorprendido y emocionado, para luego girar a ver al castaño, antes de asentir frenéticamente y tomar su rostro, para besarlo profunda y pasionalmente.

—wow! Esa es la mejor respuesta que me han dado— dijo juguetón y feliz el castaño, una vez se rompió el contacto por falta de aire. Estaba realmente feliz, porque el amor de su vida, había aceptado su propuesta.

—gracias por todo, Tony, por estar aquí conmigo, a pesar de mis problemas y de no ser precisamente el modelo ideal de belleza — le dijo realmente feliz y agradecido, antes de besarle suavemente la mejilla y abrazarle.

—nada de eso, Steve, gracias a ti por estar aquí y gracias por ver en mi, lo que ni yo mismo fui capaz de encontrar, gracias por estar cuidando siempre de mi, por soportarme, por no juzgar mi tormentoso pasado, y por no abandonarme, aún cuando pudiste hacerlo— le dijo de vuelta el castaño.

—Tony, tu quieres...— insinuó dejado inconclusa la pregunta, porque sabía que el castaño le había entendido.

—hoy no, Steve. Cuando estemos juntos de esa forma, quiero que te sientas pleno y tranquilo para hacerlo, no te presiones, además, hoy fue un día pesado y yo te quiero al cien por cien para mi... Y te prometo que cuando lo hagamos, no te dejaré salir de la cama— le susurró insinuante, pero haciéndole ver con sus palabras lo que pensaba y transmitiéndole seguridad.

El rubio sonrió feliz, para luego acercarse y besar a su pareja.

Esa noche, los dos durmieron abrazados. Y en el mundo de los sueños, cada uno se dijo a si mismo, que solo necesitaba de la compañía del otro para ser feliz.

Y en los días siguientes, Tony tuvo el mejor sexo de su vida, junto a su pequeño Steve.

*****
13 de Junio

La propiedad de Malibu se encontraba adornada con hermosos arreglos de rosas blancas y azucenas, globos, mesas y sillas por doquier. Ese había sido el lugar elegido para celebrar la unión en sagrado matrimonio de James Buchanan Barnes y Natasha Romanoff.

Después de largo tiempo de preparación y de algunos percances que hubieron en el camino, por fin consagrarían sus vidas, y empezarían su camino juntos.

Por acuerdo mutuo, decidieron que a su boda solo asistirían sus amigos más cercanos, ya que ninguno tenía familiares.

Para sorpresa... De nadie, porque era bastante predecible, los padrinos serian Steve y Tony, y la corte de honor estaría integrada por en las chicas por Pepper, Wanda y Maria, y en los hombres por Sam Wilson, Bruce Banner y su pareja Clint Barton, quienes se habían hecho amigos de la pareja.

*****

—crees que a Natasha le guste — preguntó, mientras revisaba por trigésima cuarta vez su traje. Vestía un traje negro, con camisa blanca, un chaleco gris y corbata a juego. El rubio solo atino a suspirar, y se preguntó como había soportado al castaño todos estos años.

—Buck, creeme, estas bien, le gustaras de cualquier forma, ella ya te ha visto en peores condiciones, además si acepto casarse contigo, era porque ya estaba preparada mentalmente para lo que venia— dijo con burla, recibiendo el impacto de una almohada, que no sabia en que momento había obtenido el contrario.

—me rompes, bebe. Yo que me he partido el lomo trabajando, para tu que vengas y le rompas el corazón a tú madre... Mi madre si que me lo dijo, cría cuervos y te sacaran los ojos— dijo dramáticamente y con fingido tono de tristeza, que no duró mucho, pues ambos estallaron en ruidosas carcajadas, disipando la tensión del ambiente.

—ahora si, hablando enserio, felicidades, Buck, estas dando un paso importante y lo estas haciendo al lado de una gran y maravillosa mujer. Cuida y ama mucho a Nat, ella ha sufrido bastante, y ahora ella merece ser feliz— le dijo afable y melancólico, mirando con seriedad a su amigo.

Amor A Puertas CerradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora