Él era Anthony Edward Stark, poderoso magnate, dueño de una gran compañía reconocida a nivel internacional, gran ingeniero, genio, playboy y filántropo.
Bien, todo perfecto hasta aquí...
Entonces, que alguien le explicara como era que había terminado sucumbiendo ante los encantos de un solo chico, de Steven Rogers, para ser exacto. Si, ese chico flaco, bajito, bonito y mandón. Y si, Hablaba de su asistente.
Bien, quizás era por el hecho de que le excitara de sobremanera la manera que tenía de hacerlo cumplir con sus obligaciones, ese porte de soldado que siempre se cargaba y que le volvía loco, o puede que fuera lo dulce y hermoso que se veía trabajando, tal vez podría ser por la inocencia y la transparencia que se podía observar en sus ojos claros como el cielo en un día despejado, o simplemente era todo él lo que le volvía un idiota y lo postraba a sus pies, sumando el hecho de que era alguien a quien jamás podría tener.
Que irónico, no. Que siendo él quien en antaño jugara al amor, quien pretendía que tenía todo y decía que el amor era para idiotas, que dijo que jamás se enamoraría de alguien y que se burlaba de los consejos que Pepper la daba en el pasado, fuera el mismo idiota que hoy besaba el suelo por donde pisaba un chico, uno que sin necesidad de exuberantes atributos físicos, que sin ser el estereotipo de belleza que tenía conceptualizado la sociedad y siendo todo lo opuesto a él, se había robado su corazón y al parecer, no tenía ganas de regresarselo pronto.
Era tanto su tormento, que buscaba en cuerpos ajenos lo que no podía tener, y se sentía tan vacío cuando terminaba. Ahí era cuando se daba cuenta que Steve es irremplazable, por eso se conformaba con lo poco que podía tener de él.
Y Por eso, es que ahora se encontraba sentado en la penumbra de la habitación y como fiel esclavo a su lado, velando su sueño y dejando suaves caricias sobre sus dorados cabellos.
Aún no se reponía del gran susto que le hizo pasar en la oficina, en su Memoria permanecía fresco el recuerdo de Steve cayendo y presentando dificultad para respirar, la manera en la que se sacudía entre sus brazos y el silbido que presentaba al respirar.
Y no, la vida ya le había arrebatado a sus padres y, a Edwin Jarvis, su mayordomo, no iba A permitir que le arrebataran a Steve, y no le importaba si sus sentimientos eran correspondidos o no, el protegería a Steve sin importar la condición y mientras le fuera posible, mientras pudiera protegerlo, de su cuenta iba que nada malo le sucediera.
Contempló su rostro, tan angelical y bello, parecía una porcelana, como aquellas que coleccionaba su madre y que le impedía tocar, deslizó el dorso de su mano suavemente por las mejillas del contrario, y al notar lo frío de su piel, susurro al aire.
-Jarvis, sube la calefacción- le ordenó a su IA, que sin contestar, acato su orden y subió unos pocos grados más la temperatura.
Siguió contemplando su rostro un poco más y tuvo que avergonzarse de sus propios pensamientos, se sentía tan estúpido y cursi después de pensar eso, pero, no podía evitarlo, pues toda esa masa de cursilería eran sus sentimientos. Una idea paso por su mente y sin detenerse a analizarlo con profundidad, beso la frente del rubio, fue un contacto efímero, pero aun así causo que el contrario se removiera. Asustado de ser pillado en su fechoría, se aparto del contrario, y poco después, pudo observar como este se levantaba completamente agitado.
Temeroso de que algo pudiese sucederle, se acerco para intentar tranquilizarlo.
-¡Hey, calma, respira!- le dijo con suavidad, mientras acariciaba suavemente su espalda, buscando calmar al contrario.
-¿¡que hago aquí!?¿Donde estoy?- preguntó ignorando al castaño y cuando giro su rostro y observo al ojimiel, se altero aun más -¿¡Que hace usted aquí!? ¿porque estoy con usted en una cama?- preguntó agitado, mientras se removía inquieto y hacia oídos sordos a lo que el castaño quería decirle. El moreno, al no saber que más hacer, tomo al rubio por los hombros, para fijar sus orbes oscuras en los ojos contrarios y decirle.
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Amor A Puertas Cerradas
FanficSteve Rogers, por azares de la vida, termina trabajando como asistente de Tony Stark, debido a que Pepper, su asistente anterior, presenta un embarazo de alto riesgo y le es imposible ocuparse de tan gran responsabilidad. Steve accede a trabajar all...