Capitulo 18 " 2 Palabras, 5 Letras"

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Leonor

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Leonor.

Llegamos a la primera mansión Scofield, donde empezó todo, donde nací, donde nacimos...

Steven se mantiene en silencio y lo agradezco, no me siento muy a gusto reviviendo aquella experiencia que marco de mi vida, pero si Leo me dijo que podemos confiar en el, pues no tengo nada que perder.

Busco la llave detrás de la maceta de la entrada, al obtenerla me dirijo a su gran puerta de madera al girar la llave esta abre sin problema, el chirrido de la puerta abriéndose es lo que acompaña al silencio en este momento.

Un extraño sentimiento recorre mi cuerpo de manera abrumadora concentrándose con más fuerza en mi estómago, haciendo que mi entrañas se revuelvan.

Lo miro sigilosamente y noto una expresión neutra en su rostro, algo que me sorprende un poco en el.

Observo sus facciones delicadas y extrañamente mi corazón da un vuelco.

¿Es esto posible o me lo estoy imaginando?

Cuando él nota que me miro, se sonroja notoriamente.

Esto no puede ser más pijo.

Le hago una señal secamente para que entremos a la mansión, la misma que ahora mismo comienzo a observarla con una sensación de nostalgia.

Analizo cada detalle que aún permanece en su antiguo estado, los pensamientos azotan de manera silenciosa mi mente, mi alma, mi corazón, mi ser.

Siento como toda mi valentía que sentía hace poco se derriban con un solo vistazo hacia el lugar donde nació lo que soy, donde nació monstruo que soy.

Un ligero temblor surge en mis extremidades, lo que ignoro completamente.

—¿Estás segura de que puedo hacerlo?

—Estoy completamente segura, yo me encargaré de que todo salga bien, confía en mi.

—¿Acaso tengo otra opción?—inquiero con cierta ironía.

—La tienes, pero tú corazón te dice que está es la correcta.

—¿Que quieres decir con eso del corazón?

—Ay, Leonor. Aunque no lo crea lo tienes, tienes un corazón como todos, solo que no puede funcionar.

—No se quien eres, pero no te creo.

—Aquí fue donde empezó todo—comienzo a hablar en un hilo de voz, sorprendiéndome a mi misma de lo extraña que suena.

Él me mira por el rabillo de ojo, camino silenciosamente hacia el lugar que era antes mi habitación. Noto sus pasos siguiéndome con cierta lentitud.

GARRAS Y ESPINAS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora