Steven.No siento mi cuerpo.
No se que diablos he hecho para merecer esta paliza.
Cuando recibí aquella llamada en el fondo no senti que era algo normal, tenia un mal presentimiento que por no hacerle caso posiblemente me cueste la vida.
Escucho las preguntas de uno de los tipos de Francis lejos de mi , siento mis ojos pesados, siento unas tremendas ganas de levantarme de aquí y pisar sus cabezas después de ser atravesadas por un tubo eléctrico...
Miro por una ultima vez al tipo de frente de mi, les regalo una mirada asesina hacia cada unos de los hijos de puta que se encuentran en este lugar de Mierda.
Me pesa mantener la cabeza erguida así que la dejo caer sobre mi cuello, mis párpados aun sin recibir orden se cierran.
Mi garganta palpita ásperamente por la falta de liquido y la ausencia de saliva, mientras que mi lengua se encuentra pegada a mi paladar.
Mi corazón descontrolado comienza a perder sus pulsaciones y un sudor frío comienza a inundar cada parte en mi cuerpo. Mi respiración se vuelve más lenta, más dificultosa.
El elevar mis pecho cada vez que respiro hace que me duela hasta la madre.
Y es ahí que a pesar de mi poca capacidad auditiva escucho ese sagrado nombre para mi.
Leonor...
Aun con dificultad levanto mi cabeza, acción que me resulta más pesada que nunca. Y a lo lejos diviso a Francis hablando por un teléfono
¿Acaso Leonor esta negociando mi rescate?
Con tan solo pensar aquella cuestión una sonrisa se asoma por mi aunque diminuta es significativa.
Es un rayo de esperanza, que aunque no quiera me aferro a él.
Con esfuerzo continuo mirando a Francis quien se encuentra con un rostro divertido hablando por aquel teléfono.
Por más que quiera mi celebro busca alguna razón por la que estoy aquí. Alguna razón por la que he recibido esto.
Necesito una sola causa para sentirme orgulloso o sentirme arrepentido por lo que estoy sufriendo, pero no. Estoy aquí por algo que desconozco.
Francis termina de charlar por su teléfono y se acerca a mi con una expresión divertida. Lo fulmino con la mirada antes de que pueda decirme algo.
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GARRAS Y ESPINAS.
Acción•Terminada• Somos las rosas de este gran jardín al igual que somos las cazadoras en este inmenso valle. Podemos llegar a ser la ternura misma como la violencia encarnada. Somos bellas y quizás perfectas pero tenemos un poder, un veneno que puede con...