Noche: Sueños, descanso...Muerte.
30 de marzo 2003, Lyon, Francia.
Estaba durmiendo en mi habitación, junto a la habitación de mi padre. Algunos sonidos bruscos me han despertado y no he podido dormir otra vez.
Me preocupa porque no se si es mi mente imaginando cosas, o si los sonidos son reales.
Otro estruendo suena seguido de muchos pasos apresurados, mi padre tiene seguridad en casa, todo esta bajo control. Creo...
Pero en realidad eso no causa ninguna sensación de paz en mi.
Una de las puertas de las habitaciones de la casa es pateada y sospecho que es la de mi padre. La angustia me corroe provocando que me levante de la cama en silencio, abro la puerta de mi habitación y salgo.
Simulando ser espía, como siempre lo hacia cuando jugaba con mi padre. Me acerco a su habitación y efectivamente su puerta esta desparramada. Me acerco al marco de la puerta y veo a mi padre peleando salvajemente con otro hombre.
Entro a la habitación de golpe y me quedo en estado de shock mirando la escena que hace que mi corazón y entrañas se muevan toscamente.
—¡Busca el arma!—Me grita mi padre haciéndome reaccionar de inmediato. Si algo sabia con claridad era donde estaba el arma, mi padre me había enseñado tácticas de disparo que para nada había sido útil. Hasta ahora.
La busco con mis manitas temblorosa y con mis ojos cristalizados.
—¡Aprieta el gatillo, ahora!—Sabia todos los pasos para disparar menos el principal. Disparar.
A punto al tipo con el arma, pero se me dificulta bastante por mis manos temblorosa y mis ojos cristalizados por las lagrimas que luchan por salir.
—¡Hazlo ya!—Susurra mi padre ya sin fuerzas mientras es ahorcado por el sujeto.
—Suelta el arma, no sabes usarla—Me habla el hombre con esa voz tan brusca que mi corazón se acelera de miedo. Me estremezco de miedo.
—No te haré daño— Añade y miro a mi padre casi morado por no respirar. Me apresuro hacer lo que me ha pedido.
Cierro los ojos y respiro hondo, al abrirlo disparo y el estruendo provoca que mis ojos se vuelvan a cerrar y me mueva en mi lugar.
Vuelvo a disparar sin mirar a donde, suelto el arma y corro hacia mi padre.
—Ya esta papa, estamos a salvo.—Le hago saber aun chorreando lagrimas en mis mejillas—¿Papá?—Ahogo un grito al darme cuenta de que esta en el suelo y no se mueve. Me desespera.
—Papá ya estamos a salvo, lo mate.—Sacudo su cuerpo, provocando que de su garganta salga borbotones de ¿SANGRE?
Espera... eso significa que...
¡No,no, NO!
—PAPA, POR FAVOR HABLAME, DIME ALGO, MIRAME LO QUE SEA ¡PAPÁ!—Mi voz desesperada se derrumba y se convierte en sollozos desesperanzados, lo abrazo sin importar que ensucie mi pijama.
Yo asesine a mi propio padre...
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Pasa no se cuanto tiempo, pero desperté en un espacio desconocido.
—¿Donde estoy?—Susurre mas para mi que para alguien mas.
Los recuerdos azotan mi mente de manera rápida, silenciosa y dolorosamente. Una lagrima sale de mi ojo mientras miro la puerta fijamente. Me siento en la cama y de repente la puerta se abre de golpe, con la persona que menos me esperaba.
Lo que me trae de nuevo a la realidad dura y cruel en la que voy a empezara a vivir. Ella me sonríe y yo solo me limito a mostrar una cara en la que no demuestra nada. Sin sentimiento, sin emoción, sin alma.
A lo que le llama mirada fría...
—Que bueno que despertaste, ya tenias 2 semanas con los ojos abiertos sin pestañear, ayer dormiste y hoy despertaste—Se calla—Estamos avanzando rápido—añade.
La miro sin ninguna emoción aunque me asombre de lo que ha dicho.
—Te odio y lo sabes—Es lo que le digo, palabra que sale desde mis entrañas, desde lo mis mas profundos sentimientos.
Ella me mira con la misma frialdad con la que yo .
—Tienes muy poca edad para odiar—Dijo pasiva.
—También asesine a dos personas entre esa mi padre y sigo teniendo la misma poca edad—Me levanto de la cama y la enfrento.
—Te recuerdo que yo te di la vida, por lo que debes que respetarme—me reprende en tono molesto.
—Cualquiera puede hacer eso, hasta las vacas. Así que no hay nada de especial en eso—le enfrento con autoridad desconocida.
—¿Que me quieres dejar dicho?
—Cualquiera puede tener hijos, pero no cualquiera puede criarlo y sabes algo mas. Cualquiera puede abandonarlos, eso es fácil.
—No tienes que meterte en eso—Me advierte con los ojos bien abiertos.
—Si se trata de mi, tengo todo el derecho a meterme pues es mi vida—Le aclaro con sinceridad.
Nuestras diferencias de tamaño no es mucha a pesar de toda la edad que me lleva por delante. Así que ni siquiera tengo que elevar mi cabeza. Mi rostro la reta aunque no muestre nada, puede ser que me este derrumbando por dentro pero me niego rotundamente a mostrar algo.
Me niego a admitirlo en voz alta.
No se porque actúo de esta manera, la verdad. Pero es como la manera natural que me sale de tratar a este ser.
—Ya se que aun esta en shock y tienes esos traumas, es lo que me dijo el psicólogo, pero estarás bien. Eso es completamente normal.
—En eso se equivocan, no todos somos iguales.yo estoy bien, y se que nunca había estado mejor y nunca lo seré.
—¿Que es lo que te pasa?¿Porque actúas así?—Me interroga y no se que responder.
La miro con odio sin saber la razón pero es como si todo mi ser se controlara solo.
—Te mentiría si te dijera alguna razón, pero en algo en que nunca me te mentira es que te odio tanto que me rehuso a hablar contigo de una manera normal—Le hago saber.
—No vas a vivir odiándome toda la vida.
—Tranquila, cuando estemos en el infierno considerare dejar de odiarte. Prometí odiarte y eso haré, podrá venir el mismo diablo o un ángel a convencerme y no dejare de hacerlo, porque lo que prometo lo cumplo.
—Y prometo encontrar a los responsables de la muerte de mi padre aunque lo cumpla una hora antes de morirme.
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Bienvenidos/as a mi nueva novela. Espero que les guste.y ESPERO logra que esta sea la novela mas original que hayas leído.
Comenten si te ha gustado y deja una estrellita. Esta será novela será de romance y suspenso supongo. Y muchas cosas.
Espero cumplir tus expectativas...
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GARRAS Y ESPINAS.
Akcja•Terminada• Somos las rosas de este gran jardín al igual que somos las cazadoras en este inmenso valle. Podemos llegar a ser la ternura misma como la violencia encarnada. Somos bellas y quizás perfectas pero tenemos un poder, un veneno que puede con...