Steven.
Cierro los ojos con serenidad disfrutando de la fresca brisa provocada por el mover de los grandes arboles, inundando el ambiente con sus perfumes naturales.
Siento que tengo mucho en que pensar, pero también se que es lo que debo hacer.
Mis intenciones no son más que dejar que todo esto me conduzca a donde quiera que me quiera llevar. En pocas palabras voy a alejarme de estos problemas porque sabiamente sé que si me introduzco en esas cosas perjudicaré varias parte de mi existencia.
Bueno quizá exagero pero ya estoy bastante mayor para estar metiéndome en asuntos ajenos.
Yo solo quisiera un matrimonio normal, situaciones normales, un vida normal...
Y estoy seguro de que hay personas con peores vidas que la mía, que sus problemas no son los mios, pueden que sean mas complicados, pero ¿Que puedo hacer? Cada uno tiene una vida para ocuparse de ella, es imposible que también estemos atentos a las vida de otros.
En resumen: Si continuo pensando en este tipo de cosas lo más probable es que dure una eternidad que no tengo.
Miro el barato reloj de mi muñeca, para caer en cuenta de cuanto falta para la llegada de Leonor. Una muy buena idea pasa por mi cabeza, donde hay muchas cosas que podrían salir bien, solo hay una sola posibilidad de que las cosas salgan mal.
Que Leonor no coopere.
Nada complicado.
Me levanto con rapidez del banquillo de piedra y me dirijo hacia el interior de la casa. Me acerco a uno de los trabajadores de Leonor para que me ayuden en algunas cosas...
🌹🌹🌹
Termino de empacar las cosas en la cesta que conseguí con ayuda del jardinero de Leonor, adentro con pavor los sandwiches que preparé con ayuda de la cocinera.
Me cambio de ropa poniéndome una más ligera. Al terminar me siento en la cama a revisar mi teléfono en lo que espero la llegada de Leonor.
Unos pocos minutos después escucho el sonido del auto adentrándose en la casa, me arreglo el pelo y huelo mi aliento.
Se siente raro el estar nervioso en estos momentos. Exhalo todo el aire acumulado en mis pulmones y salgo de la habitación dirigiéndome hacia las escalera en busca de Leonor.
Me repito mentalmente que todo saldrá bien, después de todo yo soy el hombre, quien tiene que poner las iniciativas y eso es justo lo que estoy haciendo en estos fúnebres momentos.
Mi acción se ve interrumpida pues Leonor ya se encuentra subiendo las escaleras con suma rapidez, su mirada parece estresada y cansada. Me da tanta pena verla tan demacrada.
—Hola, Cariño ¿Como te fue hoy?—Me apresuro a decir en cuanto entra en nuestra habitación.
Se termina de quitar los tacones y levanta la mirada hacia mi como si tuviera 4 ojos o no se.
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GARRAS Y ESPINAS.
Acción•Terminada• Somos las rosas de este gran jardín al igual que somos las cazadoras en este inmenso valle. Podemos llegar a ser la ternura misma como la violencia encarnada. Somos bellas y quizás perfectas pero tenemos un poder, un veneno que puede con...