II

818 38 4
                                    

Lo había pensado toda la noche, aunque ya tomó una decisión, todavía dudaba si era la correcta. Me levante tarde- como siempre- así que tuve que apresurarme a bañar, vestirme y comer. Quise ponerme unos jeans, camisa azul el cual tenía el dibujo de un helado, converse azules, zarcillos azul con negro y el collar que Sofía, Daniela y yo teníamos para simbolizar nuestra amistad, era la palabra "Friends" grafiteada.


 Termine de arreglarme y baje de inmediato a desayunar, ya eran las 6:57am, de nuevo llegaría tarde a clases, así que comí lo más rápido que pude, después fui al baño a terminar de alistarme y salí al colegio.

La caminata de casa al cole duraba 15 minutos, cuando por fin llegue tuve que subir las desgraciadas escaleras por las cuales siempre llego con asma al salón- mi salón queda en el tercer piso-. Pero al mirar a la izquierda vi el grupo de Mariana, y preferí hablar de una vez con ella sobre mi decisión:

-Hola Mariana -Dije nerviosa.
-Hola María ¿qué paso? -dijo un tanto antipática.
-Ya lo pensé y, quiero unirme a tu grupo, quiero llegar a ser perfecta-Dijo con tono decisivo.
A Mariana se le iluminaron los ojos y me dijo: -Enserio!?! Qué bueno!! Has tomado la decisión correcta-dijo Mariana alegré.
-Bueno... ¿Y ahora qué?-dijo María
-Ahora tenemos que hacer el ritual de iniciación -dijo Mariana aún más alegre.
-¿Ritual? ¿De iniciación? ¿Cómo es eso? -Dije más confundida que en clase de matemáticas.
-Es algo que hacemos en el grupo, se lo hacemos a las nuevas del grupo, y después que lo haces, nunca puedes volver a salir del grupo -dijo Mariana.
-Está bien ¿y cuando lo hago? -dijo un tanto emocionada.
-Emm.... Pues no se... ¡Ah, ya! ¿Tú tienes clases en la tarde?
-sí, ¿porque? –Dije.
-Bueno para la tarde quiero que me traigas estas cosas....- Mariana sacó un lápiz y papel y le escribió lo que tenía que traer en la tarde.
Al leerlo quede estupefacta- ¡¿Esto?! ¿Para qué? ¡¡¿Acaso me voy a matar?!! –dije un tanto desesperada.
-Hay, tranquila, obviamente no te vas a matar, ni te voy a matar, sólo es parte de la iniciación, no te preocupes, en la tarde sabrás para que es cada cosa -Dijo Mariana relajada.
Bufe- Esta bien te lo traigo en la tarde- dije.
-¡Perfecto! Me lo traes, preparo todo y el ritual se haría mañana en el receso.
-Okey te veo en la tarde -dije.

Cuando vi eran las 7:30am, joder estaba que me moría, así que e despedí de ellas y subí las escaleras lo más rápido que pude, por fin llegue al tercer piso- con asma pero llegue- entre y la profe me anoto en la carpeta mi hora de llegada, luego termine de pasar y me senté con Sofía y Daniela. Al pasar las 4 primeras horas de clase, por fin sonó el timbre de receso.

Bajamos las tres y nos sentamos donde siempre a comer, yo no llevo comida al cole, simplemente le quito un poco de comida a Sofía. Pero, en ese momento no tenía hambre, empecé a pensar mientras miraba al infinito, pensar en que a pesar de estar rodeada por tantas personas, me sigo sintiendo sola, comencé a pensar en que no tengo a alguien a quien de verdad contarle como me siento, lo que pienso, que me escuche sin juzgarme para luego aconsejarme, quien este ahí en las malas y en las buenas, un amigo que de verdad sea como un hermano para mí...

De repente me deprimí, y comencé a pensar en todo el afecto que yo doy, las sonrisas que doy, la amistad, los consejos y los momentos que doy, pero yo... ¿cuando alguien me dio una mano amiga a quien poderle contar mis problemas? ¿Cuando alguien noto mis depresiones? ¿Cuando alguien si quiera se interesó por de verdad conocerme? Porque si les soy sincera, ni siquiera Sofía y Daniela me conocen, ellas saben solo lo que deje que conocieran de mí.

En ese momento sonó el timbre de regreso a clases, así que volví de mi mar de pensamientos para sonreír y mirar a mis mejores amigas, pararme e ir directo al salón. Luego de pasar las últimas dos horas viendo historia, por fin sonó el timbre, camine lento de ida a casa, acompañada de mi fiel compañera, la nostalgia, porque a pesar de que apenas tengo 13 años, de que apenas estoy entrando a la adolescencia, he pasado por tantas cosas, que no pareciera cierto.

Al llegar a casa busque lo que Mariana me pidió, lo metí en el morral, junto con los correspondientes cuadernos de la tarde. Cuando estoy nostálgica, tiendo a comer menos, mis pensamientos me quitan el apetito, por lo que me comí solo la mitad del almuerzo. Luego fui al baño, me termine de arreglar y salí al colegio; cuando llegue busque a Mariana para entregarle las cosas de una vez:

-Hola, aquí esta lo que me pediste -Dije entregándole una cajita con las cosas.

-Hola, gracias -Dijo sonriendo- Has tomado la mejor decisión María, créeme que esto cambiara tu vida, por completo. Te veo mañana en receso en el baño- Después de decir esto se fue.

Fui a mis respectivas clases de la tarde- las cuales para mí son interminables- cuando por fin sonó el timbre de salida me fui a mi casa, subí arregle el morral, vi que tareas tenia, las realice, no quise comer pues no tenía hambre, a José vi que le preocupo un poco, pero eso no importa ahora. Me acosté a escuchar música, me relaja y lleva a un mundo en donde todo es perfecto, para mí; pero después de tres canciones comencé a pensar en que pasaría mañana con ese ritual...

Princesas de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora