*Narra María*
Era un lunes del mes más Bonito del año, Diciembre, tenía como unos ocho años, había salido con mi tío a jugar con la pelota, se me había ido la pelota, así que fui a buscarla, se me había ido al patio del vecino, así que la fui a recoger, cuando fui, vi a una señorita como de unos 22 años, tenía el cuerpo más lindo que había visto, note que estaban en una fiesta y que ella no comía nada, pero no le di importancia, recogí la pelota y me fui. Desde ese momento me metí en todo tipo de deportes, empecé a comer frutas y vegetales, quería ser igual a esa hermosa chica que había visto aquel día...
Me desperté sobresaltada, era verdad, había olvidado ese recuerdo, habían pasado tantos años que ya ni lo recordaba, hasta ese momento, ¿porque lo acabo de recordar? ¿Porque ahora? le empecé a dar importancia, pero al rato me dije: "Solo es uno de mis recuerdos que se me vino a la mente, no es nada del otro mundo".
Dicho esto me fui a cambiar, esta vez me tenía que poner uniforme, si, a la directora le dio la gana de poner uniforme, me veía horrible, pero tenía que cumplir con ello, todos teníamos que cumplir con el uniforme, o sino no nos dejaban entrar, así que me lo coloque junto con unas medias un poco largas y unos zapatos colegiales.
Me veía más gorda de lo que ya era, pero que más podía hacer, me arregle el cabello, agarre el morral y baje, me comí una manzana y me fui caminando, lo único que me alegraba el día era imaginar a James con uniforme, se debía ver gracioso pero a la vez muy lindo, unos minutos después llegue al colegio.
Me empecé a sentir débil, pero no le di importancia, tenía que asistir a clases, en ese momento recordé que no espere a mi hermano, así que lo llame y le dije que ya estaba en el colegio, y seguí a buscar a mis amigas, las encontré, empecé a sentir pesada la cabeza pero me dije a mi misma: "tranquila, se te pasara pronto".
En ese momento sonó el timbre de entrada a clases, así que fui a empezar a subir las escaleras, esta vez las subí despacio, porque cada vez me sentía peor, al llegar al piso donde estaba mi aula me detuve, descanse unos segundos y seguí a mi aula, y me senté en mi pupitre, me sentía demasiado débil, así que me puse en posición de descanso, hasta que llegara el profesor.
Ya había pasado las primeras horas de clase, era hora del receso, Daniela y Sofía me ayudaron a bajar hasta el segundo piso, no podía mas, en ese momento llego James y viéndome tan mal me agarro y me alzo y yo con mis últimas fuerzas le dije que no necesitaba ayuda, pero el insistió, desde ese momento no supe más del mundo.
Sentí que había pasado solo cinco segundos desde que había cerrado los ojos, cuando los abrí estaba en el hospital, al parecer me había dado una baja de tensión, me había aliviado escuchar eso y no que se habían enterado de lo que yo hacía, me dijeron que descansara y eso hice, cuando desperté estaba allí James con flores y su guitarra, me dijo que tenía más de quince horas dormida.
-Wow! 15 horas, eso es mucho- dije sorprendida.
-Sí, ya me estabas empezando a preocupar- dijo.
Le sonreí y dije- entonces... ¿te preocupaste? ¿Por mí?- en ese momento me sonríe con una de esas risas de medio lado que me vuelven loca.
-Si me preocupe y mucho- dijo- Tenía pensado en recreo mostrarte una canción que compuse, pero no la he terminado, así que prefiero cantarte una de mi banda favorita, y que a ti te encanta- dijo sonriendo.
-otra cosa más que tenemos en común- dije.
Él se rio y empezó a cantarme una de mis canciones favoritas, por la canción supe que el sabia de Ana y Mia. Canta hermoso, cada vez me enamoro más de él, me puse muy roja y no paraba de sonreír, cuando termino de cantar dije:
-Entonces... ¿desde cuándo lo sabes?- dije.
-Desde que me di cuenta de que solo comías vegetales y frutas, ni siquiera carne- dijo y se puso triste- debes entender de que no lo debes hacer, no de esa forma, eres hermosa tal y como eres, para rebajar solo necesitas hacer ejercicio, comer bien y tener paciencia... Eres mi cover girl, y me dolería perderte- dijo bajando la mirada.
-Ey, oye, jamás me vas a perder- le dije y le sonreí.
Empezamos a acercarnos, más y más y... por fin sucedió, el beso que los dos ansiábamos tener, me sentía amada, me sentía viva.
-oye no quiero ir tan rápido- le dije.
-Está bien, ya sé que sentimos lo mismo el uno por el otro- sonrió- ahora sé que podemos tener algo más que solo una amistad -dijo- pero algo que quería decirte y espero que no te molestes pero de verdad te pasaste de idiota.
-¿cómo?- le dije.
-Si vas a ser una princesa debes cuidar que no se den cuenta, porque después lo que viene es feo- dijo- psicólogos, médicos, tratamientos, que tus amigos tengan una idea mala sobre ti, entre otras cosas.
-tienes razón- le dije.
-Bueno, me tengo que ir, ahora descansa, el doctor me dijo que te daba de alta mañana, iré a tu casa mañana a visitarte- dijo y después de besar mi mejilla me dijo- adiós mi princesa- y se fue.
Fue algo genial, espero que podamos ser algo más adelante y que Suzzy no se entrometa, ahora voy a dormir, me siento mal, dormir me hará sentirme mejor. Pero antes recordé otra cosa acerca del sueño que tuve esta mañana, esa chica que tenía ese cuerpo tan hermoso, que toda chica codiciaba. Que toda chica quería, esa chica había muerto por desnutrición, lo recuerdo muy bien.
Era Agosto, tenía como 10 años, había una ambulancia al frente de la casa de nuestra vecina (nuestra vecina era la mama de la chica linda), estaba yo en mi cuarto, baje corriendo y vi que se llevaban a la chica en una camilla cubierta con una manta azul, después la pasaron a una bolsa o tipo de manta verde oscura que tenía un cierre, la metieron y cerraron el cierre, era oficial ella había muerto. Me entere que fue por desnutrición, porque escuche a la mama de la chica cuando hablaba con mis padres.
Ahora entiendo porque se me vino a la mente ese día y esa chica en específico.
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Princesas de la Muerte
Teen Fiction¿Alguna vez te sentiste criticada? ¿Humillada? ¿Hecha pedazos? ¿La mayoría de veces por tu físico? ¿Alguna vez quisiste hacer dieta, para bajar de peso? ¿Alguna vez has dejado de comer? Aunque te critiquen ¡No dejes de comer! No te pongas a inventa...