VI

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Suzy se fue acercando a mí, se le veía en la cara de que tenía malas intenciones, trate de mirar a todas partes con la intención de ignorar la presencia de Suzy, pero fue imposible seguir cuando se paró enfrente y me dijo:

-valla, valla, que tenemos aquí, la gorda buena para nada, con sus dos amigas raras. Y dime María, como se siente ser tan gorda eh?-dijo Suzy con una maldad y un rencor que se le notaba tan solo al mirarla.

-Hola Suzy, por favor ya deja de insultarnos, no te hemos hecho nada para que nos trates así-dije con la cabeza baja, un poco triste y tartamuda.

-Ay gorda, tus suplicas no sirven conmigo, porque no mejor te vas a hacer dieta para ver si rebajas unos cuantos kilos -dijo Suzy con una sonrisa maliciosa.

Todos los demás en el salón se reían, excepto Sofía, Daniela y yo. Me sentía devastada, muy triste de que mis compañeros de clase se rieran por esas cosas, si estuvieran en mi lugar sabrían que no es nada gracioso; en ese momento quería que me tragara la tierra, y una lagrima de tristeza salió de mi ojo derecho, intente ocultarla pero se notaba. En ese momento Suzy dijo:

-¿Que pasa María? ¿No te gusta que te digan la verdad en la cara?-dijo Suzy cada vez con más odio -¿sabes? deberíamos cambiarte el nombre a "María la gorda", te quedaría hasta mejor o "nada" porque eso es lo que eres en este mundo, nada -termino de decirlo con una sonrisa maliciosa y satisfecha por haberme hecho sufrir.

Después de decir eso, Suzy se empezó a reír, y con ella el resto del salón. Luego Suzy se retiró a su asiento para hablar con sus amigas, ya satisfecha por haberme hecho llorar. Y es que se me hace difícil aguantar el llanto, soy sensible con algunos aspectos de mí, y se perfectamente que no tengo mucha autoestima, pero intento salir de eso, de verdad que lo intento. Quería salir corriendo del salón, pero no podía, si salía antes de la hora que era la iban a regañar, además en todo el colegio habían cámaras, sería imposible salir sin que nadie se enterara.

Me seque las lágrimas y empecé a guardar mis cosas, Sofía y Daniela la imitaron; después de haber guardado todo lo que llevaron, se quedaron calladas por un buen rato. Después de haber pasado unos quince minutos, Sofía rompió el silencio diciendo:

-¿María? ¿Estás bien? oye no le hagas caso a esa diva, tu sabes que solo lo hace por molestar-Dijo Sofía tratando de poner una sonrisa.

No conteste, me quede callada, no quería hablar, no quería ni moverme, porque sabía que iba a llorar sin parar, lo que hizo fue suspirar y seguir en silencio. Pasaron unos veinte minutos aproximadamente, cuando por fin sonó el timbre de salida. Salí corriendo del salón, dejando atrás a mis amigas, en ese momento para mí no existía nadie, me quería ir a casa ahora mismo, y eso fue lo que hice, esta vez me fui en un taxi, no tenía ni aliento para caminar.

Al llegar a casa, ni siquiera salude a mi madre, no quería que me viera así, solamente camine cabizbaja directamente hacia mi habitación a llorar. Después de haberse calmado me quite el uniforme, me lave la cara, cuando me logre calmar baje, agarre una manzana y me fui de nuevo a mi cuarto, realice la tarea y me acosté a dormir un rato. No quería saber del mundo aunque sea por un rato.

A veces me pregunto ¿Por qué las personas son así? ¿Por qué tienen que tratar mal a otras personas para sentirse bien consigo mismos? ¿A qué se debe el afán de hacer sentir miserables a los demás? Yo soy una persona amable y cariñosa, que siempre –o la mayor parte del tiempo- tiene una sonrisa en su rostro. Me parece tan patético que esas personas se burlen de los demás y se sientan superiores.

Princesas de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora