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El viento movía sus cabellos y lastimaba sus mejillas. Casi les recordaba a aquél frío día en que se habían confesado en la azotea del edificio de la compañía.

Jihoon mantenía su vista fija al suelo mientras que Seungcheol miraba hacía el frente. No había el confort que solía haber, no había la necesidad de tomar la mano del otro ni el característico color rojizo en las mejillas.

— ...Seungcheol — murmuró el menor sin despegar la vista del suelo. 

El mayor dirigió la vista hacia el chico al lado suyo. Esperando. Pero no dijo más palabra.

— Necesito una explicación. — en su lugar, Seungcheol empezó a hablar. — Una de verdad Jihoon.

El mayor necesitaba saber, aun cuando intentaba superarlo, no podía hacerlo del todo. No cuando aún había la incógnita del por qué Jihoon hizo lo qué hizo.

— Ya te lo dije... Me sentía solo, estresado. — habló más para si, que para el mayor. — Estaba tan lleno de trabajo y responsabilidades, solo quería un poco de atención, un par de mimos y saber que alguien estaba ahí para mi.

Seungcheol asintió, intentando procesar lo que sus oídos estaban escuchando. — ¿No pudiste recurrir a mi? ¿Te olvidaste que tenías un novio que podía hacer todo eso para ti? — le reprochó, recordando como Soonyoung tenía entre sus manos la estrecha cintura del chico, un sabor acre se hizo presente en su garganta al recordar cómo Jihoon tenía sus brazos alrededor del cuello del bailarín y como se empinaba para alcanzar sus labios; una acción que tantas veces había hecho para tocar los sabios de Seungcheol.

Los pequeños ojos gatunos de Jihoon se llenaron de lágrimas esperando el momento en que pudieran ser derramadas. — Lo lamento...— murmuró con la voz cortada. — No estaba pensando....S-seungcheol. — lágrimas saladas rodaron por sus mejillas haciendo uso de su propia fuerza de voluntad para no parecer las precario de lo que seguro ya se veía.

El mayor pasó saliva, asistiendo, queriendo que las palabras y la voz rota del pequeño no lo afectara tanto. Le dolía, le dolía montones ver a la persona que quería tanto en ese estado, pero recordó que se quería más a él; comenzaba a querer más al chico de cabellos largos que estaba dormido a un lado de donde sus supone el debería estar.

No negaba que había una pequeña parte de él, muy adentro suyo que solo quería tirar todo y abrazar al menor, tomarlo entre sus brazos y posar sus labios en los finos labios rosados del pequeño chico pálido, acariciarlo hasta que se calmara y llevarlo a dormir con él, abrazados.

Pero había otra parte que se negaba a aceptarlo, recordándole constantemente que él había traicionado su confianza.

— Lo acepto. — respondió el chico después de mucho tiempo de estar en silencio. — Tratemos de llevar esto con calma Jihoon... No podemos dejar que esto debilite la confianza que existe en el grupo.

Jihoon limpió sus ojitos, sorbió de forma sonora los moquitos que se habían acumulado en su nariz.

— Lo entiendo Cheol. — talló una vez más sus ojos. — P-pero, ¿Qué pasa con nosotros? — preguntó, observando al mayor con ojos brillantes por los lágrimas derramadas y con sus mejillas sonrojadas.

— Ya no hay un nosotros Jihoonie. — respondió bajito, observándo directamente a los labios que beso tantas veces, a las mejillas que pellizcaba para molestarlo cuando estás se sonrojaban, a la persona que amo por primera vez.













¿por qué creyeron que terminaría jicheol?

¿o tal vez sólo les esté haciendo creer que esto será jeongcheol?

We don't talk anymore. ━━ jicheol • jeongcheol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora