♡ You're The Best Photo I Captured | JITZU

IV.

Al otro día Tzuyu despertó más animada de lo normal, era sábado así que se alistó para ir al restaurante donde trabajaba Jihyo. En su bolsa metió su cámara; quería tomar unas fotos de regreso. Salió de su habitación una vez lista y fue directo a la cocina; encontró a su madre y la abrazó por detrás.

—Buenos días, mamá —Besó su mejilla y su madre sonrió.

—Buenos días, mi amor —Tzuyu soltó a su madre y se colocó a un lado—. ¿Te ha pasado algo bueno? —Preguntó observando a su hija un momento. Tzuyu negó y sin poder evitarlo sonrió.

—Voy a salir hoy.

—¿Irás con Chaeyoung? —La taiwanesa volvió a negar y su madre asintió con una sonrisa—. Esta bien, ¿vas a desayunar?

—No, iré a desayunar con alguien... — Las últimas palabras las dijo casi en un susurro pero su madre escuchó y le sorprendió en cierta parte.

—Sólo cuídate —Se acercó a besar la mejilla de su hija y la vio salir.

Tzuyu caminó hasta el restaurante. Era una mañana tranquila y fresca, se sentía nerviosa, ¿por qué estaba haciendo esto? ¿La castaña se alegraría de verla? ¿Por qué le importaba tanto querer conocer a Jihyo? Su cabeza estaba llena de preguntas y pocas respuestas.

Se detuvo frente al local y soltó el aire que había guardado toda su caminata. Caminó decidida y entró, buscó una mesa vacía; no había muchas personas, solo unas cuatro y venían en parejas. Se sentó en una mesa cerca de la ventana y buscó a Jihyo. Sonrió cuando la vio y bajó rápidamente su mirada.

—Buenos días, ¿qué va a orden... —No terminó la frase pues Tzuyu levantó su mirada; se miraron a los ojos por unos segundos y Jihyo de inmediato sonrió—. Oh, hola Tzuyu. ¿Qué haces aquí a esta hora?

—Eh...yo vine a desayunar... —"Vine a verte, ¿no es obvio?" Pensó la taiwanesa.

—Oh, ¿de verdad? Bueno, ¿qué vas a pedir? —Tzuyu se sentía boba y esa reluciente sonrisa de la castaña no ayudaba mucho.

—Mmm...un café y hotcakes —Vio a Jihyo anotar y asentir. Se veía hermosa de todas formas y esos cabellos rebeldes que cubrían su rostro, la hacían lucir perfecta.

—¿Es todo? —Miró a la contraria asentir—. Está bien, ya regreso —Tzuyu la vio alejarse hasta que se perdió en la cocina. Llevó su mirada hasta la ventana, observando los autos y personas pasar. Sacó su cámara y comenzó a tomar fotos, le gustaba el ambiente de afuera; estaba soleado y había un cielo realmente hermoso. Escuchó una puerta abrirse y vio salir a la mayor, pensó un momento en lo siguiente que haría pero se decidió sin importarle nada.

Enfocó su cámara a la hermosa chica que atendía las otras mesas y capturó varias fotos, no se molestaba en observarlas por el momento, sabía que no era necesario. Siguió con ello un rato más hasta que pensó que era suficiente, no quería que Jihyo la viera como una acosadora aunque ya se sintiera así.

Observó las fotos y una boba sonrisa se formó en sus labios, definitivamente aquella chica le estaba provocando un sentimiento extraño y no era admiración por aquella.

—¿Otro trabajo escolar? —La taiwanesa dio un pequeño salto y ocultó las fotos de la otra chica—. Al menos me hubieras dicho que me ibas a tomar fotos, me hubiese arreglado.

—A-Así estás perfecta —Miró aquellos grandes ojos de la castaña al decir esas palabras y pudo notar como aquella se sonrojó.

—¿Qué cosas dices? —Dejó el desayuno de la menor en la mesa y negó lentamente mientras se alejaba nuevamente a la cocina. Tzuyu soltó una pequeña risa y decidió comer.

Cuando ya había terminado su desayuno, llamó a Jihyo y esta se acercó.

—¿A qué hora sales del trabajo? —Soltó de repente Tzuyu mirando a la mayor, esta última estaba algo confundida por aquella pregunta.

—No lo sé. Creo que hasta la noche, ¿por qué?

—Curiosidad —Se encongió de hombros y bajo su mirada—. ¿Cuánto es? —Jihyo fue por la cuenta y cuando regresó, anotó algo en el papel para después ponerlo sobre la mesa donde estaba la menor. Rápidamente se retiró a la cocina y Tzuyu levantó su mirada para tomar el papel. Su sonrisa apareció en sus labios al ver un número de teléfono con un mensaje; "Llámame más tarde".

Se apresuró a guardar el número en su celular y pagó su comida, dejando propina para la castaña. Se levantó de la mesa y salió del restaurante, ya no quiso voltear a ver a la chica, la llamaría más tarde, eso era seguro.