XIV.

1K 153 122
                                    


Tzuyu despertó casi cerca de las diez de la noche, miró su celular y se encontró con dos llamadas perdidas; eran de Jihyo. Pensó en regresar las llamadas pero recordó lo que había hablado con Chaeyoung y su corazón se estrujó. ¿Jihyo sólo había jugado con ella? Aunque tenía sentido, sabía de antemano que Jihyo ya había salido con otras chicas antes pero para ella, Jihyo era la primera. Entonces empezó a creer que podría ser verdad, que la coreana sólo se divertía con ella mientras que a su espalda, se acostaba con otras.

Suspiró. Se sentía fatal, se sentía destrozada, nunca pensó que Jihyo fuera de ese tipo de chicas. Nunca pensó que esto le pasaría a ella, las lágrimas volvieron a salir, no podía con todo esto. Se volvió a recostar, quería dormir y pensar que todo esto era un sueño y cuando despertara, todo fuese como antes, sin Jihyo, sin dolor, sin nada.

••••••••••

A la mañana siguiente, Chaeyoung llegó algo temprano a la universidad y vio a una chica sentada en la entrada, miró a su alrededor y se acercó.

—¿Jihyo? —La castaña levantó la mirada y le sonrió a la menor—. ¿Qué haces aquí?

—Vengo hablar con Tzuyu, quiero explicarle —Chaeyoung negó rápidamente y se sentó a su lado.

—No, Jihyo, si ella no quiere hablar, no la presiones.

—Pero necesito hablarle, no puedo dejar que pase más tiempo —La voz de Jihyo sonaba desesperada y las lágrimas amenazaban con salir—. Yo la amo, Chae.

Chaeyoung apretó sus labios y desvió la mirada, ¿por qué se sentía mal? En cierta parte, le daba pena la castaña pero por otro lado, quería que Tzuyu la dejara.

Volvió a mirar a la mayor y le sonrió.

—Jihyo, tranquila. Todo estará bien pero insisto, debes darle su espacio. Ella es así, la conozco perfectamente y sé cuando hay que darle su espacio, ¿entiendes? —La castaña sólo asintió—. Confía en mí.

—Está bien, Chae. Muchas gracias —Se levantó y le dedicó una última sonrisa a la menor para así irse a su trabajo.

—Tzuyu es mía —Habló para sí misma y se levantó para entrar al instituto. No dejaría que aquella le quitara lo que más amaba.

••••••••••

Jihyo había salido a comprar unas cosas que su jefe le había encargado. Le había hecho caso a Chaeyoung pero ella aún quería hablar con su Tzuyu, así que esperó a que fuera la hora de salida para ir a su casa rápido. Terminó de comprar las cosas y se encaminó a la casa de la menor, esperaba que aquella no la rechazara.

Pasó por el parque donde muchas veces había estado con su taiwanesa y una pequeña sonrisa triste apareció en su rostro, la extrañaba.

—Hola, Jihyo —La nombrada se detuvo al escuchar aquella voz y se giró para ver a la dueña de la voz.

—Seulgi... —La pelinegra sonrió y se acercó a la castaña, esta última fue retrocediendo poco a poco—. Me debes una explicación.

—¿Ah sí? ¿De qué? —Tomó el brazo de Jihyo y la acercó a su cuerpo abrazándola con fuerza—. Jihyo, me gustas mucho.

—Seulgi, pensé que ya había quedado olvidado esto —Trató de safarse de la contraria pero aquella era más fuerte—. Suéltame, por favor.

♡ You're The Best Photo I Captured | JITZUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora