♡ You're The Best Photo I Captured | JITZU

XXVIII - JiTzu Final.

Tzuyu se encontraba nuevamente en el aeropuerto esperando por Jihyo, estaba tan emocionada por su llegada y por la sorpresa que había preparado con la ayuda de sus amigas, sí, Nayeon y su ahora prometida Mina, habían llegado dos días antes para ayudar a la taiwanesa en todo lo que tenía planeado.

Miraba y miraba la hora, se sentía desesperada, ansiosa, nerviosa, en fin, era un mar de emociones. No pasó mucho cuando por fin vio salir a todos los pasajeros del avión recién llegado, esperaba que ahí viniera su novia. Y así fue, entre toda la gente, vio a su hermosa chica. Sonrió y rápido se acercó para abrazarla, Jihyo se sorprendió por un momento pero al ver que era su novia, enseguida correspondió a ese abrazo.

—Te extrañé tanto —Habló Tzuyu dejando pequeños besos por el hombro y cuello de la coreana.

—Y yo a ti, bebé —Acarició lentamente los cabellos de la más alta disfrutando del contacto de aquella.

—Yo también las extrañé —Habló otra pelinegra cerca de ellas.

Ambas voltearon a ver a la chica y Tzuyu frunció el ceño volviendo a mirar a Jihyo cuestionándole con la mirada.

—Es mi amiga, no podía dejarla. No seas mala —Pidió la coreana con una mirada suplicante y Tzuyu sólo suspiró resignada.

—Es bueno verte, Seulgi —Sonrió la taiwanesa no muy convencida.

—Igual, Tzu —Empezó a caminar fuera del aeropuerto—. Las espero en la limo.

—En realidad pensaba irme caminando con Jihyo —Habló Tzuyu y Jihyo trató de contener su risa.

Rápido Seulgi se giró y miró a ambas chicas con cara de indignación para después escuchar como aquellas reían.

—Son unas...

—Sí, sí, camina si no quieres irte caminando realmente —Tanto Tzuyu como Jihyo pasaron a lado de ella para así salir del aeropuerto e ir hasta el estacionamiento.

La más alta cargaba las maletas de su amada mientras Seulgi se lamentaba por traer tantas cosas. Llegaron hasta un auto deportivo donde Tzuyu se detuvo y desactivo la alarma.

—¿Y eso? —Preguntó sorprendida Jihyo.

—Es un auto, lo compré hace dos días —Dijo como si nada. Jihyo y Seulgi tenían la boca abierta viendo aquel hermoso deportivo último modelo.

—Como siempre, el rico humillando al pobre —Empezó Seulgi—. Já, compré un auto, qué fácil decirlo —Seguía renegando mientras ponía sus cosas en el asiento trasero y se subía sin más.

—¿Compraste un deportivo? ¿En serio?

—Sí, ¿qué tiene? Es bonito —Respondió la taiwanesa orgullosa y abrió la puerta del copiloto para su novia.

—Eres todo un caso, Zhou —Rió Jihyo y se subió al auto, observando cada parte de él. Rápidamente la menor se subió y se colocó el cinturón de seguridad.

Llevó a las recién llegadas a su casa, después de todo era lo suficientemente grande. Estacionó el auto frente a esta y se bajó para abrirle la puerta a su novia y bajar el equipaje.

—Wow y yo que me quejo de mi departamento porque según es grande para limpiarlo pero esto... —Nuevamente Seulgi habló mirando la gran casa—. Es enorme, me perderé...

—¿Podemos dejarla en la casa del perro? —Susurró Tzuyu a la coreana y esta empezó a reír mientras la otra pelinegra seguía hablando y hablando.

—Tú no tienes perro, Chewy.

—Pero puedo adoptar uno y comprar su casa y así ponemos a Seulgi ahí —Jihyo seguía riendo por las ocurrencias de su amada y negó lentamente.