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ADVERTENCIA LENGUAJE FUERTE Y CONTENIDO EXPLÍCITO, SE RECOMIENDA DISCRECIÓN.
SEGUNDA PARTE
JUSTIN BIEBER
La besé. Jodidamente la besé como no había besado nunca a nadie y me volví a entregar como la primera vez que la tuve en mis brazos.
Ella era dulce, suave y olía tan bien que en cada caricia que le daba y en cada beso que me brindaba sentía mi corazón palpitar con fuerza y mi respiración convertirse en una completa mierda.
Gruñí en sus labios por sus uñas por mi piel y por el roce de éstas en mi polla, todo mientras chupaba mis labios y me susurraba lo mucho que me había extrañado.
-Te extrañé muchísimo más, bebé.
Susurré en sus labios, malditamente duro cuando escuché su pequeño gemido y la sentí temblar en mis brazos. Me tenía tan mal, quería tomarla y deshacerla y hacerla sentir tan bien que nunca me olvidara.
Me hacía sentir jodidamente fantástico cuando leía una de sus notas, cuando imaginaba lo húmeda que podía estar por mí mientras me escribía, al pensar en lo hermosa que debía ser y era infernalmente irritante que no me dejara apreciarla totalmente, justo como estaba pasando ahora.
Podía olerla, escuchar aquellos sonidos que me hacían necesitarla más, estaba tocándola y besándola y no había nada tan bueno como eso... Solo que mi necesidad por verla era enorme y ella no estaba ayudando ni un poco mientras se rozaba contra mí y me tocaba.
Embestí por encima de la ropa y cuando choqué contra ella, me fue inevitable gemir al mismo tiempo y chupar su labio inferior. Robándole pequeños gemidos.
Mi piel se erizó al sentir su pequeña mano rodear mi polla, temblé al igual que ella por sus caricias en mi piel mientras su otra mano descansaba dentro de mis pantalones en mi parte trasera, y me obligaba a apoyarme más contra sus muslos. Delicioso.
Lamí con lentitud su barbilla y bajé con suavidad por su cuello, gruñendo cuando ella detuvo el movimiento de su mano y la subió, arañando mi vientre en el camino, y llevándose mi camiseta con ella.
-Mierda, eres tan caliente, cariño. -Una sonrisa irrumpió en mis labios al escucharla, provocando que ella riera bajo al sentirme sonreír en su cuello.
-¿Lo estás disfrutando? -Le pregunté divertido, moliendo mi polla entre sus muslos, rozando su coño y provocándola.
-Lo disfrutaría más si dejaras de jugar conmigo y me lo dieras.
Joder, era impresionante y me encantaba. No me había equivocado al no tener dudas sobre ella y sobre su poca timidez. Y cuando sus palabras me alcanzaron por completo, lamí su garganta y ascendí por su barbilla, regresando nuevamente a sus labios, besándola lentamente.
