Magnus se despertó en la madrugada con escalofríos y al sentarse en la cama tuvo que correr al baño por las arcadas que sintió. Se dejó caer de rodillas frente al inodoro y vomitó.
Unos minutos después, cuando sintió que ya no quedaba nada en su sistema se lavó los dientes y regresó a la cama con paso tembloroso.
- ¿Qué pasó? -Balbuceó Alexander cuando se metió de nuevo entre sus brazos.
-Me duele el estómago -susurró contra ese amplio pecho.
- ¿Quieres que vayamos al doctor?
-No es grave, tal vez solo me cayó mal la comida.
Alexander asintió y segundos después ya estaba dormido. Magnus se estremeció de nuevo y se acurrucó más en el abrazo de su esposo, aunque el resto de la noche no pudo conciliar el sueño de nuevo.
Unas horas más tarde, Alexander apretó el abrazo y besó su frente; al abrir los ojos vio que el sol ya alumbraba su amplia recámara.
- ¿Cómo sigues? -Dijo su destinado enredando sus colas juntas.
-Ya me siento bien, así que es mejor que nos levantemos porque hoy tenemos que revisar las investigaciones donadas por la universidad estatal.
Alexander sonrió, besó sus labios y ambos se sentaron en la cama para levantarse. Magnus se quedó un momento viendo sus pies y sintiendo que el piso se le movía.
- ¿Qué sucede? -Escuchó preguntar a su esposo.
Negó con la cabeza simulando sentirse normal y se dirigió a la ducha.
*****
-Definitivamente todavía me siento mal -se quejó Magnus abrazado al escusado del baño de su oficina.
Después de hacer su rutina matutina, se dirigieron al trabajo, no duró más de una hora cuando los terribles síntomas regresaron.
- ¿Magnus? -Escuchó la voz preocupada de Alexander acercarse a él.
«Ay no» se quejó cuando sintió las manos de su destinado recorrer su espalda.
Había cerrado la puerta para que no se escucharan sus arcadas, pero al parecer no podía confiar en el lazo en su muñeca que se sentía adolorido por su propio malestar. Era más que obvio que había alertado a Alexander.
-Estoy bien -logró balbucear antes de que se pegara de nuevo al escusado por otra arcada.
-Levántate -pidió Alexander a la vez que él se ponía de pie.
Quiso hacer lo que se le pedía, pero no tenía fuerza para hacerlo.
- ¡Ragnor! ¡Cat! -Gritó su esposo. Un momento después también tenía a sus amigos invadiendo su baño- Ragnor, por favor, ve por el automóvil y espéranos en la entrada del edificio -no escuchó la respuesta de su amigo, solo el sonido de las llaves-. Cat, trae unos algodones con alcohol.
-Sí, Alec -la escuchó responder y salir a toda prisa.
Fue levantado del piso lo cual le provocó vértigo así que se aferró al cuello de su esposo. Alexander lo llevaba a alguna parte y de repente sintió un toque suave en su brazo.
-Toma -dijo Cat extendiéndole una pequeña bolsa con algodones húmedos.
Los tomó y miró por un segundo como los humedecidos ojos de Cat cambiaban de él a Clary quienes se observaban con una gran sonrisa. No tuvo tiempo de preguntar nada porque ya estaban dentro del elevador y las puertas se cerraron.
Sintió una arcada y abrió la bolsa para aspirar el alcohol, lo cual le ayudó a controlarse un poco.
-Nunca omitas un malestar, Magnus, no quiero verte sufrir.
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La vida con mi felino destinado (Malec)
FanfictionEn un mundo en donde los gatos evolucionaron para convertirse en híbridos de humanos y felinos. Magnus Bane, es un omega renombrado que encontró a su destinado gracias a que su empresa se asocia con uno de los más grandes y poderosos laboratorios de...