12. El enfrentamiento de los alfas

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Dos meses después, Magnus, llegó a su casa y estacionó la camioneta familiar que Alexander había insistido que usara por si tenía que llevar algunas cosas

«Algunas cosas» pensó con sarcasmo al recordar la exagerada cantidad de comida que su esposo seguía llevando a casa a pesar de que ya tenía seis meses de embarazo.

Bajó de la camioneta y entró a la atestada cocina. Estaba planteándose en aprovechar que ese día su esposo había sido requerido en la oficina y donar gran parte de la comida a alguna asociación u orfanato.

Las risas provenientes de la sala lo alertaron, estaba a punto de echarse a correr para salir de ahí cuando reconoció las alegres voces, también se preguntó cómo habían entrado a la casa.

Se dirigió a la sala y se quedó boquiabierto cuando vio la montaña de cajas que casi llegaban al techo, las cuales, tenían distintos artículos para bebés de todos colores. Ahora estaba casi confirmado que esa familia tenía algún tipo de fijación por ser proveedores o tal vez padecían de algún tipo de síndrome de acumulador compulsivo muy serio.

— ¡Hola, Magnus! —Saludó un muy alegre Simon antes de dejar en el piso otras cinco cajas que parecían tener mantas y biberones.

— ¿Te gusta? —Izzy agitaba la cola señalando la gran torre—, son regalos para el bebé. Como todavía no sabemos qué sexo será, trajimos de todo y las ordenamos por colores para que puedas seleccionar lo que quieras para cuando nazca el pequeñín.

—Izzy —quiso reclamar antes de que su cuñada le extendiera una maleta que se veía exageradamente grande.

—Toma, coloca aquí todo lo que quieras para cuando llegue el gran momento.

—Izzy, todavía faltan unos meses, creo que trajiste muchas cosas —comentó acariciando su abultado vientre.

Izzy y Simon miraron el punto señalado y sonrieron moviendo sus colas; sin embargo, la mirada de Simon cambió un poco tornándose algo triste.

—Aprovecha esta etapa, no todos tenemos la oportunidad de embarazarnos —comentó el chico en un susurro.

Izzy volteó a verlo con las orejas levantadas a la vez que Simon agachaba las suyas viéndose avergonzado.

—Ya te he dicho que no tengo prisa, puedo esperar todo el tiempo que nos tome hacerlo —dijo ella con su voz gruesa acariciando la cabeza de su destinado.

Simon se agachó para frotar su cara en el hombro de Izzy mientras ronroneaba, parecían hipnotizados uno con el otro. Se preguntó muy vagamente si Alexander y él lucían igual de enamorados.

De pronto, percibió el aroma territorial de su cuñada el cual le hizo agua la boca pues era muy similar al de Alexander. Casi se rio porque tenía ganas de sumarse al abrazo para restregarse en ellos y ronronear.

Por lo poco que le había platicado Alexander; Izzy y Simon intentaron embarazarse desde el principio y no lo habían logrado. Hasta donde sabía, Simon, tenía un problema hormonal que le impedía procrear y aun así ellos no perdían la esperanza de tener hijos.

El azote de una puerta lo sobresaltó a tal punto que se agazapó ante la amenaza. Se sorprendió al ver a Alexander completamente erizado gruñendo furioso a su hermana.

Esperó escuchar la clásica risa desenfadada de Izzy, pero se puso nervioso al verla ponerse frente a Simon en una clara muestra de protección y ahí fue donde se dio cuenta de que ambos alfas estaban defendiendo su territorio. Al parecer su cuñada se había concentrado tanto en su pareja que perdió cualquier control que pudiera tener sobre ella misma.

Vio con terror cuando Alexander se le fue encima a su hermana y la tiró al piso a lo que ella con una patada lo aventó contra la pared de la sala. Volteó a ver a Simon que estaba igual de petrificado que él, daba la impresión de que también era la primera vez que los veía pelear.

Izzy y Alexander eran los hermanos más unidos que había conocido y nunca pensó que pelearían por territorio. Ambos estaban en el piso intentando arañarse haciendo sonidos de furia al ser incapaz de lastimarse el uno al otro pues ambos eran muy hábiles para pelear.

—Izzy, detente —pidió Simon con su voz omega al mismo tiempo que sus feromonas inundaban la estancia.

Magnus quería hacer lo mismo, pero estando embarazado no tenía un aroma el cual controlar. Así que al ver Izzy distraerse un momento con Simon, aprovechó para arrancarle a Alexander de encima.

—Vamos, amor, no quieres hacerle daño a tu hermana —canturreó acariciando el pálido rostro de su alfa que todavía parecía estar frenético—. Simon, llévatela —jadeó cuando su esposo gruñó furioso.

De reojo vio que el chico tomaba a Izzy en brazos mientras seguía hablándole al oído y salió de la casa a toda prisa.

— ¿Cómo se atreve a marcar territorio en mi casa? —Protestó Alexander todavía muy tenso.

Magnus colocó sus manos en los brazos de su destinado y lo frotó con fuerza.

—Tranquilízate, tal vez tu hermana se descuidó. Desplegó su aroma para consolar a Simon porque él se siente mal por no poder concebir.

Los ojos de Alexander se aclararon un poco, sacudió la cabeza varias veces como si quisiera controlarse. Después de un rato, el alfa se relajó y acarició su vientre con suavidad.

— ¿Te asusté? —Pregunto su esposo con una sonrisa triste.

—Sí... un poco, aunque en realidad me asustó que pudieran lastimarse.

—Lo siento —se disculpó su destinado al abrazarlo.

Magnus olfateó el cuello pálido sintiéndose borracho de amor, su aroma territorial lo volvía loco. Se sentía como si fuera un adicto y quisiera beber ese aroma y perderse en él. Olfateó con mayor fuerza causando una suave risa de su esposo.

—Nunca te había gustado tanto mi aroma.

—Lo sé y necesito más —gimió aferrándose a la camisa de su destinado.

—Tal vez tenga que dejarte alguna prenda para que no me extrañes tanto cuando tenga que salir —bromeó Alexander acariciando su espalda.

La idea no sonaba descabellada al recordar lo mareado y satisfecho que se sintió con el aroma de Izzy. Se obligó a separarse un poco y sonrió con timidez, ese era un comportamiento extraño de su parte así que hizo todo lo posible para disimular su necesidad de querer hundir su cabeza en el pecho de su esposo.

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Un alfa cegado por su instinto es letal aún tratándose de su familia 😱, es por eso que ambos reaccionaron de esa forma 😁
¿Qué creen que pasará con Magnus? Alguno que este metido en este universo que de pistas... Aroma del alfa, prendas... ¿Ya saben? Paletita para el que adivine 😂

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La vida con mi felino destinado (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora