Alec, abrió la puerta de su flamante automóvil mientras trazaba un plan en su mente. La idea era ir directamente al laboratorio para buscar a Izzy y disculparse; si no la encontraba allí iría a buscar a Simon para saber dónde estaba.
Cuando terminó de abrochar su cinturón de seguridad vio que Magnus abrió la puerta del copiloto y se sentó sin mirarlo.
— ¿Qué haces aquí? —Preguntó viendo la bata blanca que llevaba puesta su destinado quien lo miró confundido.
—Pues... vamos al trabajo, juntos, ¿no? —Dijo él con un tono tan inocente que casi le hace reír.
—Tú no vas —respondió estirándose para abrir la puerta del copiloto con la intención de que regresara a la casa.
— ¿Por qué no? —Se enfurruñó Magnus con su hermosa carita enojada— Tú ya eres capaz de estar lejos de mí sin volverte loco, si tú regresas al trabajo yo también quiero hacerlo.
Alec se le quedó viendo sintiéndose tan enamorado, era imposible decirle que no a esa carita berrinchuda.
—Entonces vamos en la camioneta, no siento que estés lo suficientemente seguro en este coche.
Magnus entornó los ojos y se llevó las manos a la cara.
—Por favor, Alexander, ese tanque es estorboso. Además, me siento más cómodo en carros pequeños.
Alec negó con la cabeza y sin agregar nada más arranco el automóvil esperando a que su esposo se pusiera el cinturón de seguridad y volviera a cerrar su puerta para salir en dirección al laboratorio.
Después de un corto silencio, la tímida voz de Magnus habló:
—Izzy me llamó esta mañana —Alec agachó las orejas sintiéndose culpable, todavía le molestaba haber asustado a Magnus porque pudo hacerle daño a él y al bebé por dejarse llevar por su estúpido instinto—, me dijo que quería hablar contigo así que estará en el laboratorio para cuando lleguemos.
Alec no dijo nada, solo deseaba con todo su corazón que su hermana no estuviera molesta, no le gustaba la idea de distanciarse de ella pues era la persona más importante para él después de Magnus. Su esposo pareció escuchar sus pensamientos cuando posó una mano sobre su pierna. Volteó a verlo y sus ojos mostraban tanta paz que se relajó de inmediato, regresó la atención al camino sin creer del todo el control que tenía su destinado sobre él.
Más tarde, ingresaron al estacionamiento subterráneo del laboratorio y al salir del automóvil se encontraron a Izzy en el acceso al elevador.
—Buenos días, Izzy —saludó con alegría Magnus y ambos se abrazaron—, los dejaré solos, así que pórtense bien.
Alec y su hermana agacharon las orejas mientras veían a Magnus que entraba al ascensor y se despedía con un movimiento de mano.
El espacio estaba en completo silencio y ambos se observaban con atención, no sentía ninguna tensión entre ellos solo un sentimiento de profunda vergüenza.
—Lo siento, hermano —dijo ella agachando la cabeza—, ayer estaba tan distraída con Simon que cuando entraste a tu casa fui incapaz de dejar de marcar mi territorio, no creí que fueras a llegar en ese momento y me dejé llevar por el momento.
Alec se acercó a ella para abrazarla y se sintió feliz cuando le regresó el gesto.
—Discúlpame tú a mí, no debí reaccionar de esa forma. Pero, es que el embarazo de Magnus me está volviendo loco.
Izzy emitió una risa triste.
—Nunca te había visto tan enloquecido por alguien, debe ser una experiencia maravillosa —dijo ella apretando el abrazo.
—Sé por lo que estás pasando, yo mismo lo viví con Magnus y es frustrante no poder dejarlo embarazado porque indirectamente te culpas a ti misma.
Al soltarse, los ojos de Izzy se llenaron de lágrimas y se sintió muy mal al ver a su hermana tan triste tomando en cuenta que era una de las personas más seguras y fuertes que conocía.
—Siento como si no hiciera lo suficiente, ¿y si realmente soy yo la del problema por haberme inyectado inhibidores durante tantos años?
En cuanto Izzy se soltó a llorar la apretó contra su pecho. Esta idea ya había pasado por su cabeza muchas veces, aun así, nunca lo dijo en voz alta para no herirla.
—No quería hablarte de esto hasta estar seguro de conseguir todo lo necesario —habló con seriedad acariciando la cabeza de su hermana—, hace unos días llegó un equipo especial para hacer un tipo de análisis que solo se maneja en Italia, podríamos someter a Simon a unas pruebas y detectar cual es el problema exacto que tiene, ¿te parece?
Izzy lo soltó y lo miró esperanzada.
—Necesito platicarlo con él —respondió ella con una gran sonrisa.
Alec apretó el botón del ascensor y esperaron en un cómodo silencio. Se alegró que las cosas siguieran bien entre ellos pues no podría ver una vida sin ella.
*****
Recuerdo que alguien en una ocasión me preguntó por qué Simon e Izzy no tenían bebés, pues he ahí la razón 😶😶 ya veremos más adelante si hay bebés Sizzy ❤️
*****
ESTÁS LEYENDO
La vida con mi felino destinado (Malec)
FanfictionEn un mundo en donde los gatos evolucionaron para convertirse en híbridos de humanos y felinos. Magnus Bane, es un omega renombrado que encontró a su destinado gracias a que su empresa se asocia con uno de los más grandes y poderosos laboratorios de...