Eternidad (Tristan Duffy y tú) AHS Hotel

Capítulo 10: Conexión emocional

Él me mira sorprendido, no dando crédito a lo que acaba de pasar.

Prácticamente le he abierto mi habitación por propia voluntad, aunque aún no estaba segura.

-Tristan... sé que sigues con la Condesa, sé que nos mataría si se entera de... esto... -digo mientras me acerco a él- Tengo miedo de lo que pueda pasar... pero ahora mismo yo...

-Para Eve... me está costando contenerme... y no quiero hacerte daño...

Esta vez soy yo la que toma la iniciativa, agarrando su camisa para obligarlo a agacharse a mi altura, y poso mis labios sobre los suyos.

Tristan intenta resistirse, pero está tan desesperado e irresistiblemente atraído hacia mí como yo hacia él.

Le empujo encima de mi cama y me siento a horcajadas sobre él, besándole y desabrochando su camisa a la vez.

Él se la quita y me acerca más a él, provocando que el olor de su piel me impregne y que el calor de su cuerpo me envuelva.

Siento como a ''eso'' de Tristan le gusta lo que estamos haciendo, y he de reconocer que a mí también...

Una corriente eléctrica de excitación recorre mis venas. No puedo aguantar más...

Entonces Tristan de repente me aparta.

Los dos respiramos hondo.

-Espera Evelyn... -me dice mirándome a los ojos.

Me senté a su lado, rodeando mis piernas con mis brazos.

-Podría desaparecer para siempre y no habría ninguna diferencia, ¿verdad?

-¡No! No te equivoques gatita, no sabes las ganas que tengo de estar dentro de ti... Pero creo que aún no estás preparada y si quiero demostrarte que puedo ser una buena persona, debo empezar por ti...

-Quizás tengas razón... pero hay algo en ti que me trastorna por completo. Me atraes como la miel a las abejas. Saben que es una trampa mortal, pero es imposible escapar.

-Te entiendo perfectamente, Eve. Me siento igual... Eres hermosa, inocente, buena... Tengo miedo de corromperte, preciosa.

Sus palabras son muy sinceras, me han dejado sin aliento.

Mi pecho se estremece, y le miro a los ojos.

Hay una conexión entre nosotros, no solo física, sino también emocional.

Nos acercamos el uno al otro, y nos unimos de nuevo en un beso.

Esta vez no es solo apasionado y lujurioso, también está cargado de tantos sentimientos y emociones que siento como si estuviera en una nube.

El calor vuelve a invadir nuestros cuerpos, y Tristan al fin se arma de valor para deslizar su mano desde mi espalda a mi cintura.

Entonces me empuja suavemente para tumbarme en la cama, y él se inclina encima de mí suavemente, sin llegar a aplastarme.

Seguimos besándonos durante un tiempo hasta que nos separamos por la falta de aire, estableciendo un contacto visual extrañamente fuerte y sincero.

Procede a apartar un mechón de mi rostro, pasándolo por detrás de mi oreja y sonriendo.

Nunca había visto esa expresión en su cara, una mezcla de excitación y alegría. Era un sentimiento que podía entender puesto que ahora compartíamos esas emociones.

-Deberíamos dormir, gatita. No quiero hacer nada de lo que luego de puedas arrepentir, por muy difícil que me resulte...

-Está bien... Buenas noches...