El despertador suena en toda la habitación.
Bostezo y me estiro para despejarme. Después me giro y observo al joven que se encuentra dormido a mi lado.
Sonrío al mirarle, tengo que reconocer que me gusta bastante.
Intento levantarme sin hacer ningún ruido o movimiento brusco, lo cual no sirve de nada pues Tristan se despierta en cuanto me destapo para salir de la cama.
-¿A dónde vas con tanto sigilo? Sé que a las gatitas os gusta mucho moveros sin hacer ruido, pero me entristece un poco que te escapes de mi lado...
-Tengo que trabajar -digo levantándome.
-Pero, ¿tu tobillo?
Solo recuerdo que me lo había torcido cuando él lo menciona. Compruebo que no me duele absolutamente nada, lo cual me alegra bastante.
Ni recuperación ni días sin trabajo.
-Parece que estoy perfectamente, así que no tengo excusa. Y como no voy estar, deberías salir de mi habitación.
-Está bien, pero que sepas que lo hago porque eres tú...
Al fin sale de mi cama y recoge las pocas cosas que había traído consigo mientras me pongo en el baño de nuevo el vestido que me dio Liz.
Sin embargo, cuando vuelvo a mi habitación mis ojos no pueden evitar recorrer su cuerpo. Veo la parte de su torso que su camisa deja descubierta, sus brazos, su...
-¿A dónde estás mirando, Eve? ¿Estás juguetona o...? -me dice mientras se acerca.
-¡Estaba desconcentrada! ¡Lo siento!
-No te preocupes, gatita. No es nada malo -responde tranquilamente mientras se acerca a mi rostro.
Yo coloco mis manos sobre sus hombros y le separo con suavidad para que no se sienta violento.
-Tristan... si de verdad me quieres... necesito ir despacio. Apenas nos conocemos y no quiero que pase lo del otro día. Deberíamos conocernos mejor sin contactos... muy físicos.
Él se inclina hacia mí y yo cierro mis ojos, pensando que me iba a besar. Dudo si de verdad sería tan malo...
Pero sus labios se posan en mi mejilla.
Cuando se separa de mí le miro sorprendida.
-Por ti lo que sea, Eve. Te demostraré que puedo valer la pena.
Mi corazón se acelera al escuchar esas palabras, y noto todavía la zona de mi mejilla que ha sido tocada por sus labios, sintiendo aún un cosquilleo.
Tras decirme esto sale de mi habitación y yo me destenso.
Intento resistirme empedernidamente a Tristan, pero me está costando mucho, y más ahora que no solo mi cuerpo si altera, sino también mi corazón.
Salgo al pasillo y bajo por el ascensor a la zona del bar.
-Buenos días querida. Hacía mucho que no te veía, ya pensaba que habías huido de este tugurio -me dice Liz al verme.
-Tampoco podría aunque quisiera.
-Al menos veo que estás viva, eso me reconforta.
-Gracias Liz -le digo.
La mañana pasa sin apenas interrupciones, lo cual echaba bastante de menos puesto que ha sido el día más tranquilo que he tenido en mucho tiempo.
Tras felicitarme por la agilidad y destreza que voy desarrollando en mi puesto de trabajo, Liz se marcha para comer y me señala que haga lo mismo.
Bajamos por las escaleras y llegamos a la entrada.
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Eternidad (Tristan Duffy y tú) AHS Hotel
FanfictionEvelyn Blake es una chica que decide huir de su pequeño pueblo a Los Angeles. Sin embargo, no tiene los suficientes ahorros para alquilar ningún apartamento, por lo que el destino la acaba llevando a hospedarse en el hotel Cortez. Todo cambiará cuan...