Capítulo 4: La noche del Diablo (1/2)

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Llaman a la puerta.

Yo no tengo ni idea de qué hora es, solo puedo deducir que no ha amanecido del todo por los rayos naranjas que se cuelan por la ventana.

Al rato siento algo con peso que me envuelve, y entonces recuerdo lo que ocurrió ayer, incluyendo que me pareció que Tristan se había colado en mi cama.

Preocupada me doy la vuelta, y ahí está.

Duerme, con su rostro mostrando paz y tranquilidad, dos cosas que no iban con su carácter.

Vuelven a golpear la puerta con más violencia, por lo que decido intentar despertarle, aunque tenga pocas ganas de hacerlo.

-Tristan, llaman a la puerta... -digo susurrando mientras le agito levemente.

Él, en vez de responder y despertarse, me aprieta con más fuerza contra su cuerpo.

Entonces noto como algo se me clava en mi abdomen... y eso hace que me ponga colorada. Al principio pensaba que era el cinturón, pero esa teoría dejó de tener sentido cuando pude sentir la forma que tenía... y grité intentando liberarme.

Dios, estoy tan avergonzada...

Él al fin se despierta, y en vez de soltarme, me agarra con más fuerza. Al moverme, suspira, haciendo que un calor extraño inundara mi cuerpo...

-Vaya gatita... eres más inocente de lo que pensaba. Ni siquiera sabes por qué reaccionas así -dice él susurrándome y apretando ''eso'' contra mí, rozándome en...

Gimo sin querer casi susurrando, mientras a la vez me maldigo por la manera en la que Tristan me atrae inevitablemente.

-Si sigues así no voy a poder contenerme, estoy intentando ser un caballero... -vuelve a susurrarme, y veo como ''eso'' se vuelve cada vez más duro...

¿Estoy excitada? ¿Es eso lo que siento?

Ahora soy yo la que intenta acercarse más a él sin saber exactamente lo que intento hacer.

-Si sigues así... te juro que te arranco la ropa... -responde, haciendo que ese calor aumente incluso más...

Pero vuelven a llamar a la puerta por tercera vez, y yo me separo al instante, cohibida. Sin embargo mi movimiento es tan torpe que me caigo de la cama.

-¿Quién es? -pregunto a la persona de la puerta mientras coloco mi vestido.

Tristan se divierte con la situación, y me mira desde la cama intentando incitarme a volver. Yo decido de negarme.

Ya me había robado mi primer beso, no quería ir más allá mientras siguiera en esa relación extraña con la Condesa.

-Soy John, John Lowe. Necesito hablar contigo Evelyn -dice él desde el otro lado de la puerta.

Decido abrir la puerta y me encuentro al policía. Parece agobiado, por lo que salgo de la habitación y cierro la puerta.

-¿Qué ocurre? -pregunto confidente.

-Verás, te escuché gritar ayer... y quería saber la razón...

-Fue una tontería John, ya estoy bien.

-¿Viste un niño rubio por el pasillo?

Le miro sorprendido, y busco en todo mi vocabulario las palabras para responderle.

-Sí... pero la Condesa me explicó que era su hijo, con otros más...

-¿Hay más?

-Eso dijo, pero ¿por qué te interesa tanto?

Eternidad (Tristan Duffy y tú) AHS HotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora