Capítulo 11: Abrumada

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Salgo de la habitación en la que estaba con Holden.

Me siento abrumada.

Imaginar perder a alguien a quien quiero de esa manera tan cruel... me destrozaría, y eso que en parte lo he vivido.

John, Scarlett... nunca podrán recuperar a Holden, ver cómo envejece, en lo que podría haberse convertido, lo que podría haber sido...

Tal y como le pasó a mi padre antes de morir.

Voy caminando a mi habitación abatida, y antes de entrar veo a Tristan dirigiéndose a mi habitación.

-Hola gatita... Al fin te encuentro -me saluda sonriendo.

-Perdona, me ha pasado algo muy raro -le digo mientras entramos en mi cuarto.

-Cuéntame Eve, para ti soy todo oídos. Y ya si me recompensas después... -me dice apoyando su frente en la mía, sonriendo divertido.

Le aparto levemente, y sin apartar mi mirada de él me siento en el sillón. Él me imita encantado.

-He visto la fantasma ensangrentada que me asustó aquel día...

-¿El día que te desmayaste?

-Sí. Quería que la siguiera y me llevó a la sala de juegos de los niños de la Condesa, por llamarlos de algún modo.

Él se tensa, y observa fijamente mi cuerpo. Al principio no comprendo que busca, hasta que recuerdo evidentemente, que los niños también están infectados.

-¡No me ha mordido nadie! Solo estaba uno de ellos, Holden Lowe.

Tristan me mira impresionado al ver que conozco el nombre y apellido del niño. Supongo que el propósito de la sala era ocultar a los ''hijos'' de la Condesa.

Sin embargo, no contaban con que una fantasma me iba a llevar hasta él.

-Sé que es el hijo de John, y creo que la mujer ensangrentada quería que se lo devuelva... Pero no estoy segura, Tristan.

Él se acerca a mí y me rodea con sus brazos, provocando que me apoye en él. Eso me reconforta, y aún más cuando me impregna su olor.

-Eso es muy peligroso, Eve. Si la Condesa te pillara, podría matarte. No estoy dispuesto a pasar por eso.

Su afirmación me deprime un poco, al menos hasta que me obliga a mirarle a los ojos mientras mantiene sus manos en mis hombros.

-Sin embargo, estoy loco por ti y te apoyaré en lo que sea, incluso si me lleva a la muerte. Pero te advierto que si me muero no voy a poder rendir satisfactoriamente.

-¡Tristan!

Él simplemente se ríe de mi inocencia.

Decidimos bajar al bar para estirar un poco las piernas y no estar encerrados todo el día. Además, Tristan todavía teme hacerme daño y quiero demostrarle que no tiene por qué.

Soy bastante mayorcita como para saber en qué líos me meto. Incluso he vivido más tiempo que él...

-Vaya, bombón... Hacía mucho que no te veía -dice una voz masculina que temía escuchar.

Donovan nos mira a Tristan y a mí, y juro que si las miradas matasen mi acompañante se parecería más a un rallador de queso que a una persona.

-¿Te apetece tomar una copa? ¿O estás demasiado ocupada con este capullo que no te merece?

Tristan se altera, pero con un rápido movimiento le detengo antes de que salte encima de Donovan una vez más.

-Donovan, no hay necesidad de ponerse violento -le digo casi como si fuera una advertencia.

Eternidad (Tristan Duffy y tú) AHS HotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora