VICTIM (gay/yaoi/bl)

Capítulo Piloto

POV Christopher

- ¿Quieres un poco?

Asentí y cogí el cigarro con las manos. Tomé una calada y dejé caer mi cabeza para atrás. Yo, Christopher Goldschmidt Haider, el niño rico y correcto de la familia, fumando.

Me reí yo solo de la ironía y Damian me miró con una sonrisa.

- ¿En que piensas, tarado? -rió.- A veces no se como aguantas a tu familia.

Me encogí de hombros y le miré.

- Yo tampoco lo sé.

Nos quedamos un rato en silencio mirando a la nada, con la cabeza en nuestras cosas y despejándonos de nuestros problemas por un rato.

- ¿De verdad ese tipo era tu hermano? - Asentí, y el se quedó pensativo- Debió de ser una putada para él, no?

Reí un poco y asentí de nuevo .

- Hoy no te veo muy hablador, ¿pasa algo?

Tomé una última calada, para después tirar el cigarro al suelo.

- No estoy de humor.

- ¿ Otra vez tu madre? -preguntó-

-Una madre no abandona a sus hijos -espeté-

- ¿Hace cuanto se fue Bastian? 

- Un par de días. Adiós a mi apoyo moral en casa.

-Bueno, me tienes a mi, ¿no?

Reí y besé su frente.

- A ti te tengo siempre, idiota.

- Dussel *

Ambos reímos y volvimos a quedarnos en silencio. Damian era el mejor amigo que nadie podría tener, no hacían falta palabras para entendernos el uno al otro.

Miré la hora en el móvil y vi que se me hacía tarde. Mis padres llegaban a casa en una hora y mejor estar allí pronto para que nadie note que me he ido.

- Me tengo que ir, Damian

- Vale, si necesitas algo dímelo. Puedo colarme por la ventana, ya lo he hecho varias veces.

Me guiñó un ojo y yo carcajeé.

- Hasta mañana, dussel

-Hasta mañana.

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Abrí la puerta con cuidado y dejé las llaves en la entrada.

- Ich bin hier! *

Dejé caer la mochila al suelo y resoplé, al darme cuenta de que no había nadie en casa. Una idea cruzó mi mente y subí rápidamente las escaleras.

Entré corriendo en mi habitación, encendí el portátil y conecté los altavoces. Comenzaron a sonar canciones de Queen, Europe y Blondie.

Me puse a bailar como un poseso y a cantar las letras como si no hubera un mañana.

En mi casa, tenia prohibido escuchar música en los altavoces, bailar, cantar o cualquier otro tipo de cosas que pudiera alterar la "paz". Este tipo de momentos era como rozar el paraíso.

Pero como todo lo bueno se acaba, comenzó a sonar Maria, de Blondie. Fui al portátil rápidamente y  quité la canción enseguida.

Me quedé estático en medio de la habitación. Hacia años que no escuchaba esa canción, y preferiría no tener que recordar todo lo que me llevó a ella.