VICTIM (gay/yaoi/bl)

Capítulo 26

POV Bastian

   
                 Epílogo 1.

Cogí aire y suspiré hondo, di la mano de mi chico y continuamos caminando.

Estábamos paseando por un parque, oficialmente como pareja, y sin importar lo que nos dijeran.

Miré a Marco con una sonrisa. Hacía ya una semana que había salido del hospital, y recordar por todo lo que hemos pasado parece sacado de una película de ficción. Sin embargo, aquí estamos él y yo, después de haber tenido un mes loco.

- ¿Qué miras tanto, jirafa inútil?  -preguntó, riendo-

- Sólo al niño malcriado más hermoso del mundo.

Marcó paró de andar y su cara se enrojeció a niveles insospechados. Me miró a los ojos con seriedad, tanto que daba miedo.

-Bastian -llamó- das diabetes.

Tras esto soltó una carcajada y a reírse como un tonto. Me ruboricé y le ataqué con un abrazo, besando su frente repetidas veces.

- Eres un tonto -dije

- Pero me quieres.

Le di un beso en los labios y, tras hablar y pasear un rato, terminamos sentándonos en el césped, a la sombra de un árbol.

Estuvimos en silencio unos minutos, disfrutando de la presencia del otro y escuchando los sonidos del parque, hasta que Marco habló.

- ¿Sabes? Aún no me has contado lo que...lo que pasó en Alemania. Lo de tus padres y todo eso.

Ahora que lo pienso, tienes razón. Habíamos estado demasiado ocupados huyendo de un novio psicópata como para hablar de ello.

- ¿Quieres que te lo cuente?

- Claro, eres mi novio y me gustaría saber ese tipo de cosas y cómo ayudarte.

- Pues... la verdad, es difícil de explicar. Al principio, ellos no tenían tanto dinero como tienen ahora, y yo fui un hijo no deseado. Mi padre estaba dispuesto a cuidarme, quererme y defenderme frente a todo lo que hiciera falta, pero mi madre... aún que me duele decirlo, es una mujer sin corazón. Maltrató a mi padre durante varios años, no me quería ni cuidaba cuando nací, simplemente me dejaba a cargo de mi padre. Pasados unos años, mi madre compró billetes de vuelta a Alemania, pero sin contarme a mi. Engañó a mi padre, creyendo que yo también iba, pero obviamente no era así,  y me quedé sólo en España con 11 años. Mi padre, al enterarse, contrató niñeras desde Alemania para que vinieran a cuidarme, hasta que cumplí los 16 años y dejaron de venir. Antes mi padre me enviaba dinero, o incluso venia a verme con la excusa de trabajo, pero dejó de hacerlo por que mi madre se enteró de todo. Esa es...La historia resumida.

-Y... ¿es cierto eso de que tienes un hermano?

- Sí, Christopher. Es un chico un poco...difícil. Es majo y un chico genial, pero.... creo que no se da cuenta de lo colado que está su mejor amigo por él. Y Christopher sigue enamorado de alguien desde hace no se cuantos años. 

- Vaya, eso es una putada.

El silencio volvió a nosotros de nuevo. Todo lo que había pasado en Alemania fue un desastre,  pero también tuve momentos buenos. Y nunca olvidé mi chico, al amor de mi vida, ni un solo segundo.

Miré la hora en el reloj y vi que se nos hacía tarde.

Me levanté del césped y estiré mi espalda. Ayudé a Marco a levantarse también, mientras me miraba con expresión extrañada.