Capítulo 23

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POV Marco


Un dolor de cabeza tremendo hizo que se nublaran mis sentidos. Mis oídos comenzaron a pitar, escuchar murmullos y doler.

Una fuerte uz blanca molestó mis ojos, haciendo que los cerrara más de lo que ya los tenía.

Sentía mi cuerpo pesado y adolorido, en cada milímetro. Una punzada de dolor dio de repente en mi cuello, haciendo que soltará un quejido. Esa punzada de dolor se extendió por toda mi columna.

De repente, todo se volvió negro de nuevo. Recuerdos de momentos pasados volvieron a mi mente, haciendo que mi corazón se estrujara.

Sobretodo, recordé el momento en el que los conocí. A Jere y a Bastian. Entré en ese colegio en cuarto de primaria, cuando los tres teníamos 10 años.

Yo, por aquel entonces, también era el más enano de toda la clase.

Sonreí al pensar en todo aquello, en el Bastian de 10 años, que me salvó de las mil estupideces que hice.

Sobretodo, cuando le conocí.












" Aporreé la puerta del casillero con toda la fuerza que pude. Nada. Escuché sus risas alejarse y burlarse de mí, como siempre lo hacían.

Y yo estaba, de nuevo, encerrado.


Pasados unos minutos mi claustrofobia comenzó a dar señales de vida,  ya que solo podía ver por la rendija de ventilación, y el casillero era bastante reducido incluso para alguien de mi altura.

Comencé a agobiarme y a intentar abrir la puerta del casillero, pero no obtuve ningún resultado.

Al cabo de unos minutos, escuché pasos por el pasillo y tuve la esperanza de no volver a pasar la noche allí dentro.

- ¿Marco?

Una voz no muy conocida resonó por el pasillo.

- ¿Hola?

-¿Dónde estás?

- Ehm....e-en el casillero.

- ¿Dentro del casillero?

- Eh, pues eso parece.

- ¿Y que haces ahí dentro?  -paró delante de mí, y me sonrió- ¿Han vuelto a meterte ellos?

- No, solo es que me apetecía revisar la colección de pelusas que tengo aquí dentro, ¿no te fastidia? -dije,  con sarcasmo-


- Ah, vale.

Se dio la vuelta con esa sonrisa de siempre y continuó caminando.

- ¡No! ¡Espera, era una broma!  ¡Vuelve y sácame de aquí!

Se dio la vuelta de una manera cómica y soltando una carcajada volvió hacia mí.

- Si no me dices la contraseña, no puedo abrir la puerta.

Tragué saliva y bajé la mirada.

VICTIM  (gay/yaoi/bl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora