VICTIM (gay/yaoi/bl)

Capítulo 9

POV Marco.

Llevo tres horas despierto.

Miro el reloj y son las ocho de la mañana, creo que ya puedo ir al hospital. Aún no han pasado 48, pero si no voy a visitarle no se que me hará cuando salga.

Me levanté con cuidado de la cama tratando de no despertar a...

Espera, ¿Bastian?

Sentí mi cara arder cuando vi a Bastian completamente dormido en mi cama, junto al lado de donde yo estaba.

No, no, no. Fuera malos pensamientos.

Me cambié rápidamente y fui al aseo a peinarme. Al acabar, bajé cuidadosamente las escaleras, cogí las llaves y salí de casa. Pedí un taxi y llegué en media hora al hospital, rezando por que no me gritara durante todo el trayecto.

-¿Mery?

- ¡Marco! ¿Qué haces tan pronto por aquí?  -sonrió-

- Vengo a visitar a Matteo

Su semblante cambió a uno serio y resopló.

- Habitación quince. Sube tu, que no me apetece ver a ese engendro.

-Mi novio no es un engendro -murmuré, para que no me escuchara-

Recorrí el pasillo contando los números de las habitaciones hasta llegar a la número 15. Abrí con cuidado la puerta, y le encontré ya despierto sentado en su cama. Tenía el morado del ojo mejor, y varias gasas en la nariz. Estaba enviado mensajes por el móvil, sin siquiera despegar la mirada de la pantalla 

Me acerqué lentamente a la cama y me senté en el borde de ella.

- H-hola-

-Shhhh -me interrumpió. Seguía con la cara pegada a la pantalla.

Esperé un par de minutos más, sin que la situación mejorara.

- ¿Qué tal has dormido? -pregunté-

- ¿No ves que estoy con el móvil? Cierra el pico y déjame en paz, no te creas tan importante como para interrumpirme.

....

Cerré la boca y no dije ni una sola palabra más, hasta que por fin apagó el móvil tras 10 minutos de hablar con vete tu a saber quien.

- ¿Cuando te dan el alta? - pregunté-

- Dicen que he progresado durante la noche, a si que puedo irme cuando quiera. Ya le he dicho a la enfermera buenorra que prepare mi ropa para cuando vinieras.

Enfermera buenorra?

Decidí no preguntar nada más y esperé a que terminará de cambiarse. Tras un par de minutos firmando papeles, ambos salimos del hospital y subimos al taxi.

- ¿Vamos a tu casa?

- No,  a la tuya -respondió

- P-pero

- No hay peros. Vamos a la tuya y .

No, no podemos ir a la mía por nada en el mundo. Bastian seguirá allí,  durmiendo en mi cama, y si Matteo se da cuenta me mata con cualquier cosa que encuentre. A mi y a Bastian.

- Pero llevamos tres semanas viniendo sólo a mi casa... -reproché, en voz baja-

- ¿Qué te he dicho de reprochar? Tu casa es mi casa ahora, y yo hago lo que me da la gana, ¿ o acaso me estás ocultando algo? 

Negué con la cabeza y tragué saliva.

Me he dejado el móvil en casa a si que no puedo llamar a Bas para despertarlo. Me limito a rezar por que se haya ido ya y la casa esté vacía. Con tanto rezar últimamente voy a hacer que Dios perdone mis pecados de ultra-gay.

Reí en voz baja y esperé a que la suerte estuviera de mi parte. El taxi aparcó en la calle y di un suspiro de alivio al ver que no estaba su coche. Ambos entramos a casa, y dejé las llaves en la mesita de la entrada.

Completamente vacía.

Me siento un santo.

-¿Quieres algo de beber? -pregunté- 

- Jugo -ordenó

Inspeccionó todo el salón y comenzó a subir las escaleras. Supuse que iría a mi habitación, a si que saqué el jugo de la nevera, lo vertí en un vaso y fui tras él.

La planta de arriba estaba totalmente en silencio, a si que simplemente caminé extrañado hacia mi habitación.

Matteo se encontraba de pie, en silencio, observando cuidadosamente una camiseta que tenía entre sus brazos.

Mi corazón paró de latir. La camiseta de Bastian.

Mis manos temblaron y el jugo casi se cae al suelo cuando sus ojos conectaron con los míos.

- ¿De quién es esta camiseta? -preguntó-

-M-mia.

-Me se de memoria todo tu armario, esta camiseta no es tuya.

Tragué saliva, sin saber que responder a eso.

- Esta camiseta la llevaba ese chico, el de ayer. Vas a explicarme que cojones hace su camiseta en el suelo de tu habitación.

Negué con la cabeza limitándome a no responder. Sabía lo que venía ahora.

- Es decir, que el gilipollas marica ese aparece, y cuando yo no estoy te lo cojes? Que se supone que eres tu, ¿una putita barata que folla con el primero que pasa? ¿ Ya le has perdonado por todo lo eu te hizo? Nunca llegué a pensar que podrías ser tan guarra, ¿acaso he fallado como novio?

¿"Gilipollas marica"? Y el que es, ¿un unicornio floreado heterosexual? 

Bajé la mirada y seguí sin responder. Quiero que esto pase lo antes posible.

- Yo creía que te había educado bien. Es culpa tuya por ser un inepto. Pedazo gay de mierda. ¡Responde de una maldita vez!

Elevó tanto la voz que di un paso para atrás del puro miedo. Mis ojos estaban aguados y mi corazón latía a mil, pero no por felicidad o amor, sino por terror.

- Sí a él le perdonas lo que te hizo, a mi me puedes perdonar cualquier cosa.

Se acercó a mi con rapidez, y en menos de un segundo me cogió de la muñeca,  tirando el vaso al suelo y partiéndolo en pedacitos de cristal.

Me empujó hacia la cama y se tumbó encima mía, agarrando mis brazos y piernas e inmobilizándome por completo.

No, no, no. Esto no puede estar pasado.

Estampó sus labios contra los míos en un beso forzado, bruto y asqueroso. Su lengua se adentró en mi boca sin permiso, al mismo tiempo que mordía mis labios con fuerza.

Comenzó a subirme la camisa y yo a gritar que parara. Apretó su agarre de mis brazos hasta el punto de dejar marca, y yo comencé a llorar.

Quitó mi camisa por completo y una de sus manos paso a pellizcar uno de mis pezones, mientras que su boca dejaba chupones y mordidas por todo mi cuello.

Empecé a patalear y chillar, pero no hizo ademán de parar nada.

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CHAN CHAN CHAAAAAAAAN

holu :)

No me maten aún
:)

No soy tan mala :)

Les ha gustado el capitulo?

Y les va gustando la historia?

Perdonen las faltas de ortografía xd

Recuerden que los reamo con mi life❤

-PoKu