VICTIM (gay/yaoi/bl)

Capítulo 13

POV Bastian

Abrí poco a poco los ojos. Aún seguía oscuro y Marco dormía profundamente.

Aspiré  el aroma de su cabello y acaricié con cuidado su espalda. Quería estar en esta situación siempre,  a todas horas, sin novios gilipollas de por medio, sin distracciones, sólo Marco y yo, a solas.

Pero desgraciadamente, eso no va a ocurrir.

Marco ya tiene novio (aún que me cueste admitirlo), tiene a sus amigos, y está feliz sin mi. Y tengo que aceptarlo.

Estiré mi brazo y encendí el celular para mirar la hora. Las tres y media de la madrugada. Suspiré y me masajeé la sien, intentando quitarme el dolor de cabeza. Tengo algo así como una "resaca emocional" monumental.

Definitivamente, y aun que no me guste, lo necesito.

Me levanté poco a poco de la cama, tratando de no despertar al chico de mi lado, y cogí mi chaqueta.

Me la puse con tranquilidad e intentando no hacer ruido, y después salí al pequeño balcón de la habitación. Cerré la pequeña puerta de cristal detrás mía y dejé caer mi peso en los barrotes de metal.

Respiré hondo al ver que el dolor de cabeza no se iba, y metí la mano en uno de los bolsillos de la chaqueta para sacar una caja de cigarrillos.

Saqué uno de ellos y lo puse cuidadosamente entre mis labios,lo prendí con un mechero y volví a guardar la caja en el bolsillo.

Christopher no fue una buena influencia en todo los sentidos.

Pero al menos me enseñó a olvidarle, durante un año y medio, y me aguantó las noches de resaca en las que volvía borracho y llorando como un estúpido.

Me reí de mi mismo y negué con la cabeza. Estaba empezando a amanecer, y mi dolor de cabeza comenzaba a disiparse.

Di otra calada al cigarro cuando escuché que la puerta se abría.

Escondí la cara entre mis brazos, todavía  apoyados en el balcón, y no dije nada.

- ¿Qué haces despierto?  - preguntó-

- Eso pregunto yo.

Posó su mirada en un punto fijo de sus manos y tardó unos segundos en responder.

- No puedo dormir -dijo-

Negué con la cabeza.

- Yo tampoco.

Despegué la frente de mis brazos y me puse recto, dándole una tercera calada al cigarro.

Miré de reojo a marco y sonreí.

El chico miraba al frente, sin un punto fijo. El leve viento ondeaba su cabello, y el amanecer pintaba unos colores hermosos en su cara. Realmente, es la imagen más hermosa que he visto en toda mi vida.

Y todo era perfecto hasta que el me miró a mi.

- Huele a... ¿que cojones haces?

Me miró con enfado e intentó quitarme el cigarro con sus manos, pero  se lo impedí 

- ¿Por qué fumas? 

- ¿Por qué tienes un novio violador?

- ¿Vas a dejar de responder mis preguntas con más preguntas?

- ¿Vas a dejar de preguntar cosas que no quiero responder? Y por cierto, se le llama evadir. Es una buena técnica,  deberías aprenderla. -respondí con sarcasmo.-