POV Marco
Marco, ¿que haces?
¿que estoy haciendo?
¿Debería eliminar los pocos milímetros que nos separan?
¿O darme la vuelta y dormir?
Me quedo en blanco y mi mente se bloquea.
No me muevo.
Bastian volvió a bajar la mirada, dolido. Cerró con fuerza los ojos, y miró para otro lado. No, yo no quiero eso.
- S-será mejor que...-
Interrumpí.
O mejor dicho, mis labios interrumpieron los suyos.
Le besé. Después de casi dos años, le besé. Y dios, lo disfruté.
Creo que nunca en mi vida había echado tanto de menos alto como sus labios, en serio.
Bas se quedó un poco perplejo, pero me correspondió al momento. Sus labios acariciaron los míos con dulzura, suavemente, como queriendo no romper el momento o no separarse de mi nunca.
Y sinceramente, no quería que se separara.
Me subí por completo encima suya , apoyando los codos a cada lado de su cabeza. Rodeó mi torso con sus brazos, pegándome más a él, y abrazándome.
No cortamos el beso en ningún momento. Sus manos temblaban por encima de mi piel, y yo sonreí. Estaba nervioso.
- Te quiero, te quiero tanto, Marco. No voy a dejar de decirlo nunca -susurró.-
- Yo no quiero que dejes se decirlo.
Volví a besarle esta vez con más ansia, probando sus labios con más ferocidad. Profundicé el beso introduciendo mi lengua en su boca.
Esta vez, yo estaba tomando las riendas.
Estuvimos un par de minutos más, entre caricias por debajo de la ropa y besos sin final.
Hasta que pasada media hora (y pasada la calentura) nos quedamos dormidos en medio de frases cursis, sonrisas tontas y besos por toda la cara.
Y por un momento pude olvidar toda la mierda. A Matteo, lo que había sucedido el día anterior, las visitas al hospital, el puñetero año sin él.... y ahora lo tengo entre mis brazos. Mi felicidad es infinita ahora mismo.
Y dios, dios si le quiero.
Y en algún momento voy a tener que decírselo.
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Ahora mismo me encontraba con la cabeza en sus piernas, mientras él estaba sentado en la cama. Estábamos desayunando en plan idiotas, sin dejar de reírnos por todo.
Cualquier cosa mínima nos hacía demasiada gracia, y derrochábamos felicidad hasta por las orejas.
Me quedé mirando sus ojos un largo rato, hasta que reparó de mi mirada y sonrió.
- ¿Qué miras? - preguntó, seguido de una leve risilla-
- A ti, idiota -repondí, riendo también-
- No hay mucho que ver - replicó.-
Le di un leve toque en el hombro, simulando estar enfadado. Aún que no coló nada.
El se quedó observándome, acariciando mi pelo y haciendo caricias en mis mejillas.
- ¿Qué miras? -le imité.-
-Miro a lo más jodidamente hermoso de este mundo.
Me quedé callado en menos de un segundo. Creo que mi cara adquirió 50 tonos diferentes de color rojo. Año y medio fuera y aún sigo sonrojándome por él.
- E-eres idiota.
Asintió afirmándolo y rió de nuevo.
- Soy idiota pero digo la verdad, Marco.
Me removí en sus piernas para acomodarme y bebí otro trago de zumo.
- M-marco -me llamó-
Dejé el vaso en la cómoda y le miré.
-Por favor, no te muevas.
Cerró los ojos con malicia y frunció sus labios.
- ¿Por qué? -pregunté-
- Por qué si sigues restregando tu cabeza en mi entrepierna va a tener malas consecuencias.
Salté de la cama de inmediato con la cara como un tomate mirándole como si fuera un desquiciado.
- ¿Qué clase de depravado eres? -carcajeé-
Bastian no podía parar de reír como un loco. Pero mi mirada se desvió a...
- Ten cuidado donde miras, que no voy a poder controlarme.
Me costó subir la mirada pero lo hice. Bastian me miraba con una sonrisa curva y un brillo pícaro en sus ojos.
No, no, no. De ninguna manera.
Mi mirada volvió a bajar por su cuerpo y le recorrí de arriba a abajo. Me estremecí.
Dio unos golpecitos a la cama indicando que subiera, y sin poder controlar mi cuerpo, le hice caso.
Me tumbé en la cama tapando mi cara con mis brazos. De un momento a otro, noté algo en mi costado. Abrí los ojos y me encontré con la mirada de Bastian.
El chico había apoyado sus rodillas a cada lado de mi cadera, y estaba arrodillado con su cuerpo encima del mio.
Tengo unas ganas inhumanas de quitarle esa camiseta.
Comenzó a dejar besos por mi cuello, mejillas y cara. Sin tocar mis labios, ni mi cuerpo.
Pero yo quería que me tocara, y que me besara.
- B-Bas...
-Mhm?
Besó mi mandíbula.
- Quiero que m-me toques -susurré-
Pero el lo escuchó perfectamente.
Y no dudó ni un segundo en quitarnos a ambos la camiseta.
Junto su torso caliente con el mio y suspiré. Su contacto hacia temblar todo mi cuerpo.
Sus manos recorrieron todo mi torso y espalda, arañando de vez en cuando y su boca soltando jadeos en mi cuello.
Estire de su cabello y acerqué su cara a la mía, besándole con fuerza.
Introdujo su lencua en mi boca y la juntó con la mía de inmediato. Puse mis manos en el borde de su pantalón, hasta bajarselo a las rodillas.
El término de quitárselo y lo tiró al suelo, seguido del mio segundos después.
Ambos estábamos en ropa interior y más calientes que un par de cerillas. Nuestras manos seguían un compás en el cuerpo del otro, acariciando todo lo que no pudimos tocar durante tanto tiempo.
No puede evitar soltar un gemido cuando Bastian empezó a finjir estocadas por encima de mi boxer.
Comenzó un vaivén con fuerza, arrancando jadeos a los dos y llenado la habitación de sonidos vergonzosos.
Dudo que nada pueda pararnos ahora.
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FUUUUUHOLAAAA
Les ha gustado el capitulo?
Y les va gustando la historia?
Perdonen las faltas de ortografía xd
Qué creen que va a ocurrir? 7w7
#Barco vuelve a más acción xdxd
Recuerden que los reamo❤
-PoKu
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VICTIM (gay/yaoi/bl)
RomantizmSEGUNDA PARTE DE #FIGHTER Marco, enfréntate al amor de tu vida de nuevo, deja de lado todo lo anterior y abre un nuevo capítulo en tu vida. No dejes de ser quien eres. Bastian, que el amor y el desamor no dejen marca. Lucha por lo que quieres, no...