VICTIM (gay/yaoi/bl)

Capítulo 12

POV Marco.

- ¿Q-qué?

- Que nos vamos,  prepara tus cosas -dijo.-

- ¿P-pero por qué? No podemos irnos así por que sí.

- Sí,  sí podemos. He dejado inconsciente a ese tío a base de golpes, a tu te ha pegado y a intentado violarte. Es más agresivo que un oso en celo y si nos quedamos aquí quien sabe que nos puede hacer. A mi me da igual lo que me haga, pero a ti no quiero que te toque.

Tragué saliva y le obecedí. En parte tenía razón, Matteo puede llegar a cosas....extremas.

No es la primera vez que me encuentro en esta situación, pero claro, las anteriores veces no tenía a un Bastian para salvarme.

Nos subimos en su coche con algo de ropa y dinero para ambos.

Arrancó el coche y yo seguía sin saber a donde ir. Conducimos durante un par de horas, mirándonos de vez en cuando.

-  ¿A donde vamos? 

- Em... la familia de Isaac tiene una cadena de hoteles a lo largo de toda la ciudad. Vamos a uno de ellos.

Asentí y volví a quedarme callado, aun que más tranquilo. Ni si quiera se por qué he aceptado venir.

Llegamos a un hotel pequeño,  en medio de la nada, pero precioso. Bajamos del coche, cogimos las cosas y entramos al hall.

-Buenos días,  ¿desean una habitación?

¿Que chorrada de pregunta es esa?, estamos en un hotel, no hemos venido a lamer el suelo.

- Sí por favor -respondió Bastian, al ver que yo me aguantaba la risa-

- ¿Para cuantas  noches es la reserva?

- ehhh ¿Dos? -preguntó, yo asentí- Dos, por favor.

- ¿Camas individuales o de matrimonio?

Bastian y yo nos callamos de repente. Yo me volví rojo a más no poder, y Bas bajó la mirada. Le observé de reojo y pude notar tristeza en sus ojos, como si esa pregunta le doliera.

Ninguno de los dos  sabía que responder. Es cierto que ya no estábamos juntos, pero se notaba a leguas que ambos deseábamos dormir el uno con el otro.

La chica nos miró a ambos alternando su mirada, extrañada al ver que no respondíamos.

Bastian suspiró dolido y, aún con la mirada baja, respondió:

- Camas separad-

- Una sola, por favor -interrumpí- habitación de matrimonio.

La chica sonrió satisfecha y apuntó la reserva en un papel. Me miró cómplice y me tendió la llave.

- Habitación 26, pasen una buena noche.

Agradecí y camine hacia el ascensor. Bastian me seguía, y cuando entramos me digné a mirarle a los ojos.

Estaba estupefacto, rojo, sorprendido, confuso, ¿he dicho ya rojo? Su cara denotaba tangos sentimientos que no podría ni nombrarlos.

Y se ve adorable sonrojado.

- ¿Por qué has hecho eso? -preguntó-

Ni yo lo se.

Sonreí para mi mismo y no dije nada. La puerta del ascensor se abrió, dando paso  al largo pasillo lleno de puertas.