La voz de Italia la hizo regresar a su realidad, la peli-castaña lo vio, el italiano menor estaba en el marco de su puerta, la veía con cariño, era obvio que notaba su inquietud, los europeos sabían que tenían que tener cuidado, que ese oro no tuviera ese problema.
- Señorita Hungría, ¿Ocurre algo?
- ... Italia, si te dijera.
- ¿Tiene miedo?
- Lo tengo –contesto sin más- si pasa lo mismo que la otra vez, puedo recordar su rostro asustado, los rasguños de sus manos en mis brazos, si no fuera por Austria... no sabría qué hubiera pasado. Aunque de todos modos la aleje.
- ...
- Italia, la tuya se ahogó ¿No es así?
- Señorita Hungría –el tono del italiano se volvió duro, y se notaba un ceño fruncido- Le pido que no hablemos de ella.
- ¿Entonces te lo guardaras siempre?
- Fue un accidente.
- Italia, ella no quería seguir viviendo, por alguna razón...
- ... Señorita Hungría, le pido que guarde silencio –esa voz cortante, nada a la voz cantarina y dulce podía helar la piel, pero Hungría ya conocía ese faceta-.
- ¿Qué sentiste?
- .... Quiere que recuerde cosas dolorosas, eso es cruel.
- Lo siento, pero ¿lo recuerdas?
- Siempre... siempre lo hago, recuerdo cosas que no debería, es lo que tenemos al ser naciones, es muy difícil olvidar las cosas.
- Sí... en eso tienes tanta razón –la castaña se miraba sus manos, el rosto de ese oro y el color violeta tiñéndolo le atormentaba-.
- Señorita Hungría, los recuerdos son un asco, si tan solo la magia de Inglaterra sirviera para olvidar... -de repente el italiano levanto la vista, los ojos verdes lo veían, mostraban una gran sorpresa-.
- ¿Por qué no la buscamos con eso? ¡La magia del cejas!
- Vamos.
Los dos dejaron en la habitación el sentimiento de tristeza, pero el italiano recodaba todo lo ocurrido ese día.
El festival de la sensa la pequeña ragazza tenía que estar a bordo de la góndola y poder hacer completamente el ritual.
- Vamos Italia, ¿Por qué tienes esa cara?
- ... no vino Alemania.
- Vamos, mi querido esposo.
- ... **** eres tan linda –los brazos del italiano rodearon las caderas de aquella oro-
- Me gusta la palabra. E-S-P-O-S-O.
- ¿Enserio? Y ¿cuál otra?
La peli negra se quedó callada, Italia no comprendía su silencio, solo tendría que decirlo, vio como movió sus labios, luego le mostro una sonrisa.
- ¿Puedo ir sola?
- ¿eh?
- Para entregar el anillo, quiero ir sola.
- Pero...
- Por favor –sus manos acariciaron las mejillas del italiano y daba suaves caricias- prometo... que no. Tendré cuidado.
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Borrador (HetaliaxLectora)
Fiksi PenggemarLa vida siempre es un borrador, te equivoca y tratas de borrarlo, pero sabes perfectamente que ese borrador te ayudara a mejorar tu historia, en esta vida nosotros somos los protagonistas, en esta vida yo, (T/N) (T/A) soy la protagonista. JA ME RIO...