Never sometimes is Always (Nunca aveces es Siempre)

Capítulo 36.

Narra Britanny.

Embarazada...

-Tiene mucha suerte de no haberle perdido. Por un accidente así y con tan pocas semanas de gestación, podría haber tenido un aborto, pero ha sido un milagro el que no le haya pasado nada.- me sonríe como si yo ya estaba enterada de todo.

No sé como será mi cara en este momento, pero solo con ver la de Ashley me llega. Me mira sin poder creer lo que ha dicho el médico y bueno que voy a decir yo... ¡Estoy embarazada! ¿Cómo puede ser posible?
Secándome las últimas gotas que bajaban por mis mejillas le miro bastante confusa al doctor y comienzo a hacerle preguntas de todo tipo.

-Doctor, ¿Cómo es que estoy embarazada si he tomado la píldora anticonceptiva siempre? Nunca me la he saltado, la tomaba aun que no tuviese relaciones.- le miro con los ojos muy abiertos. No puedo hacer nada más que tomármelo a cachondeo, y reir sobre el error que tuvieron al realizar las pruebas.- Lo siento pero se debieron de equivocar...

-Es imposible una equivocación en esa prueba señorita Evans.- mira entre sus hojas y me enseña una donde pone que el test de embarazo da positivo.- No todos los métodos anticonceptivos son eficaces. Hay en casos en que quedan embarazadas aún tomándola todos los días señalados como lo hace usted. Dentro de las estadísticas, hay tan solo un 1% de probabilidades de quedarse embarazada tomando la píldora, pero ese 1% puede aumentar en el caso de que se salte sin querer un día en que no la tome o tomarla en una hora distinta cada día.- me mira fijamente.- ¿Ha hecho algo de eso por cualquier problema que tuvo o no poder hacer una rutina estrictamente diaria para la ingesta del anticonceptivo?

Me pongo a pensar y que yo recuerde no hice nada malo, miro para Ashley y meneo la cabeza. De verdad que es imposible que me haya quedado embarazada, hay a veces hasta que utilizábamos condón por si acaso pero hace un mes que según el médico me quedé embarazada yo estaba... ¡Ay no!
Me tapo la cara con las manos y suspiro. En la semana que estábamos preparando el cumpleaños de Ashley y Kimberly, recuerdo que el día que fuimos a comprar las telas estábamos en casa de Kim y no pude pasar por mi casa ni por la de Ash para poder tomarla. Suelo tomarla todos los días indicados sin saltarme ni uno a las seis de la tarde, pero ese día me lo salté pensando que no pasaría nada por una vez. Grave error...

-Ashley...- la miro y ella ya ve mi expresión que grita.- Puff si que recuerdo que me lo salté un día, pero tampoco pensé que por una vez ni pasaría nada. Mala idea también justo ese día hacerlo con tu hermano...- me miro la barriga pero niego rápidamente.- ¡No! Tiene que ser un error, de verdad doctor... Ni siquiera eran mis días fértiles.

-Eso no importa a la hora de quedarse embarazada. Es cierto que en los días fértiles es mas fácil pero señorita Evans, si usted se salta un solo día, debe en primer lugar no tener relaciones y en segundo volver con el procedimiento desde el principio, si no no será tan efectivo...- recoge y ordena todos los folios y apuntes que había tomado y se despide.- Enhorabuena señorita Evans.- me sonríe y se encamina a la puerta.

Sin que me importe nada sobre lo que me acaba de explicar, que sigo en shock creyendo que es un error lo llamo acordándome de mi rubio preferido.

-Perdone, una pregunta.- se gira y asienta.- ¿Cuando podría ver a mi compañero, es decir al paciente Dylan Collins?

-Le están practicando unas últimas pruebas para saber exactamente que tiene. Nadie puede estar con él ni pasar a verlo hasta dentro de una hora aproximadamente.- le digo gracias y marcha finalmente.

Ni yo ni mi mejor amiga decimos nada. Estoy mirando fijamente a la puerta sin pestañear, perdida entre pensamientos. Son bastantes las preocupaciones y dudas que tengo sobre todo. No sé como está Dylan, si está grave o no y encima me dicen que estoy embarazada... Ashley rompe el silencio acercándose a mí, volviéndose a sentar en la silla de antes.

-Brit... ¿Embarazada?- yo solo me río.- ¿De que te ríes?- me dice confusa.

Esta situación no sé si llorar, reír, aplaudir, saltar, arrodillarme...

-Y que quieres que haga, ¿llorar? Ashley, según unas pruebas estoy embarazada. ¡Estoy esperando un hijo de tu hermano! Ash tengo diecisiete años, ¿cómo se lo voy a contar a mis padres? Y ¿ a tu hermano?- niego lentamente mirándome las manos.- No, a tu hermano no puedo decirle nada Ashley... Yo creo que si de verdad lo estoy debería abor...- me corta rápidamente bastante molesta.

-¿Estás loca? Britanny, es cierto, tienes diecisiete años, estás estudiando y jamás te planteaste tener un hijo tan pronto... ¿Pero llegar a abortar? Sabes perfectamente que no me gustan en sí los niños, pero ¿abortar por tan solo tener miedo a que pensaran los demás? No Britanny, no.

-¿Y que hago? Otro problema más. No tenía bastante con que hacer a lo de mudarme, con seguir la relación con tu hermano, no sé nada de él y ¡encima ahora tengo a alguien creándose dentro de mí! No puedo con tanto...- hundo mi cabeza apoyándola en mis rodillas y comienzo a llorar.

Es todo tan fuerte que me rompe. Sentir tanta presión y tanta responsabilidad encima es demasiado para mí. Si le digo a Dylan que estoy embarazada se volverá loco, o se enfadará, quizá hasta me deja... No puedo permitir que algo no deseado en estos momentos me destroce toda mi vida tanto si se lo cuento a Dylan como a mis padres... Mi padre, me llevará arrastras a Portland, no me dejará tenerlo y jamás volveré a ver a mi amor por no tener el cuidado suficienge conmigo, siendo la culpa de todo esto mía. Estamos en el hospital por ser una tonta estúpida y no podré verlo hasta dentro de una hora. El tiempo me pasará muy lento hasta el momento de poder verlo y siento que todo se me hará eterno.

-Britanny.- pone su manos acariciendome el pelo.- Tienes que contárselo a mi hermano. Debe saberlo, él es el padre.- subo la cabeza con los ojos llorosos y niego.- Si, debes hacerlo. Tiene todo el derecho del mundo Britanny, a parte no creo que pase nada malo... Le parecerá imposible y al principio se quedará en shock, pero acabará aceptándolo.- me sonríe.- Él si que ha sido muy niñero desde pequeño y la idea de ser padre algún día siempre la ha tenido metida en la cabeza.- me coge las manos y me mira de una manera bastante tierna para ser Ashley.- Créeme Brit. A tus padres aún no les digas nada. Pero ten por seguro que no estarás sola y a lo de mudarte prometo encontrarle alguna solución aunque tenga que enfrentarme cara a cara a George Evans... Cuando tengas a este pequeño Dylan o pequeña Britanny.- se ríe y me hace sonreír.- ya tendrás dieciocho, mayor de edad y estarás feliz con mi hermano sin tenerte que haber mudado... Confía en mí.

Mi vida ha entrado ahora mismo en una burbuja que si no la pincho, acabaré quedándome sin aire y ahogándome. Debo confiar en ella, mi mejor amiga la chica que ha vuelto a cambiar desde que decidió darse una oportunidad gracias a mí, quizá sea el momento de decirle yo gracias.

-Gracias Ashley...