Never sometimes is Always (Nunca aveces es Siempre)

Capítulo 16.

Narra Britanny.

-¿Aquí?- pregunto dudosa de dejar a los cachorros justo delante de la puerta.- ¿Y si justo cuando vayan a abrir se escapan del susto?

-¿Que van a hacer unos cachorros de apenas dos meses de edad, Britanny?- me espeta Alexia.- No lo harán, no te preocupes.

-¿Estáis seguras de que están las dos dentro?- pregunta Aaron.

-Si tío, escribí a Kim hace un rato y me dijo que ya habían llegado a la casa de Ashley.

Todos asentimos y sin hacer mucho ruido sacamos a los cachorros de los transportines poniéndolos en el suelo. Les acariciamos para que no ladrasen, les pusimos bien los lacitos, y tocamos al timbre escondiéndonos a los laterales de la puerta.

Narra Ashley.

Pican al timbre y nadie va a abrir.

-Vale vale ya abro yo...- digo sin ganas de levantarme del sillón.

-Kim acompañala.- le dice mi madre.- quizá sean los chicos.

-¡Mi príncipe!- grita y va corriendo hacia la puerta. Yo acelero el paso y abre la puerta.

La cara mía y la de Kim, diría que son iguales. Ojos abiertos como paraguas, boca abierta y ganas de gritar.
No es propio de mi ser tan cursi, pero si delante de mi narices me ponen a dos cachorros delante, mi corazón se derrite.

-¡Ah!- grita Kim.- ¿Y estas monada?- sigue gritando. Antes de que nos abalancemos hacia los cachorros, salen todo pegando un brinco. Alexia, Brit, Aaron, Nick y mi hermano...

-¡Felicidades a las dos!- gritan todos al unísono.

Nick se lanza hacia Kim para besarla bastante apasionado. Brit viene hacia mi pegando saltitos y gritando y mi hermano me da dos besos y un gran abrazo. Se nos unen Alexia y Aaron con los cachorros en las manos.

-Se que todos queréis mostrarles vuestro cariño por su cumpleaños, pero ¿y estos dos?- dice Alexia riéndose.

Kim suelta a Nick y va corriendo hacia Aaron. Y yo hacia Alexia. Sabemos cada una cual es el nuestro, porque el cachorro de color crema tiene un lazo morado y el otro un lazo azul. Ambas los cogemos y empiezan a lamernos la cara.
Veo que vienen mis tíos con mis padres y todos empiezan a opinar sobre los cachorros.

-Espero que no me cambies por el pequeño monstruo éste.- le dice Nick a Kim haciendo un puchero.

-No se no se...- le contesta Kim picándole.- Claro que no te cambiaré, no seas bobo príncipe.- el se ríe y se dan un corto beso.

-¿Vamos a tener esa cosa en la casa?- ataca Sophie desde dentro de la casa.

Yo me giro ya mosqueada. Siempre tiene que decir algo malo de todo. Cojo a la cachorra, la empiezo a acariciar y me dirijo a ella.

-Ésta cosa, como tu la llamas, tiene nombre. Se va a llamar Kala, y va a ser como una mas de la familia. A sido un gran regalo de mis amigos. Así que perdóname hermano por decir esto, pero ¿porqué no tener a ésta cosa en casa, si te tenemos a ti?

Todos abren la boca y empiezan a reírse.

-¡Dylan! ¡No te rías!- grita Sophie humillada.

-Mamá, te quiero, ya te lo he dicho, pero es que siempre tienes algo malo que decir de todo lo que escuchas. Así que hoy estoy con Ashley, y ni se te ocurra joderles el día.

Sophie malhumorada sube las escaleras hacia su habisación, pega un portazo y todos seguimos riendonos. Me parece extraño que mi tía que es uña y carne con Sophie se ría.