Stalia: Mi mundo contigo

Capítulo 21

Mi mano dolía horriblemente y la cara de decepción de mi padre no ayudaba en nada. Con Scott intentamos detener a un hombre que estaba robando, lo que resultó ser Helio... ¡Helio! Arriesgue mi vida e hice el ridículo solo por ¡Helio!

Como mi padre no me dejó conducir tuve que dejar que Scott condujera el Jeep, mientras yo miraba enojado por la ventana. Estos últimos meses nada me ha podido salir bien:

Malia no ha caído bajo ninguno de mis locos planes que he hecho para reconquistarla y cada vez que creo que algo malo podría estar pasando, no es nada más que mi imaginación, por lo que todos mis amigos ya se están aburriendo de mí.

No ha pasado nada interesante en Beacon Hills que amerite ocupar los recursos de la manada. Y los pocos sospechosos que he logrado conseguir, siempre resultan librarse de lo que han hecho dejándome en ridículo.

―Esto podría ser bueno.― Scott me sacó de mis pensamientos.

― ¿Haber salvado el Helio?― Dije extrañado ¿Qué tiene de bueno eso?

Scott se ríe y luego dice:

―Hablo de que... Ya no nos necesiten.― Habló suavemente.

―Nos necesitan, pero aún no lo saben.

―Iremos a la universidad pronto. Beacon Hills tendrá que sobrevivir sin nosotros.― Me dijo Scott y, en cierto punto, tenía razón, pero algo me impedía admitirlo.

―Beacon Hills arderá sin nosotros.― Contesté.

―Stiles...―Scott me miró seriamente.― No nos necesitan.

No me gustaba que mi amigo tuviera razón, pero, algo tenía que pasar para que se diera cuenta de que si nos necesitaban. Algo tenía que hacerme sentir útil, hacerme sentir que todo ha pasado por alguna razón. Nada de lo que ha pasado me ha permitido cerrar el ciclo.

Mi celular me vibra y veo que es mi padre. Esto significa que necesita nuestra ayuda ¡Bien!

― ¡Nos necesitan!― Dije emocionado.

Al parecer Liam y Hayden habían encontrado a un chico en un auto abandonado y este último no se acordaba de nada. Como el auto en que se encontraba estaba con signos de que hubo disparos y que había sido atacado, era esencial saber lo que había ocurrido, por lo que necesitaban las garras de un alfa para poder ver los recuerdos del chico.

Mi padre habló antes con el chico explicándole lo que le pasaría a continuación y cuando este dijo que haría todo para encontrar a sus padres, mi padre nos hizo pasar y cerró todas las cortinas para impedir que nadie nos viera.

Scott le puso las garras en el cuello al chico y luego cerró los ojos para concentrarse. Estuvieron en esa situación por lo menos por cuatro minutos. Cuando Scott sacó sus garras del cuello del chico estaba agitado, por lo que, ayudándolo a mantener el equilibrio, le pregunté qué es lo que había visto.

―A un hombre en caballo.

― ¿Caballo?― Pregunté extrañado. Eso no se escuchaba todos los días.

―Tenía un arma.― Scott se veía agitado.

―Bien, un hombre con un arma suena a mi especialidad, no la de ustedes.― Dijo mi padre para desvincularnos del caso.

― ¿Y sus padres? ¿Qué pasó con ellos?― Pregunté incrédulo. Podíamos ayudar y mi padre nos quería sacar.

―No lo sé, es todo lo que recuerdo, pero... tengo una sensación.― Eso me bastaba para tener que preocuparme por este caso ¿Cómo mi padre no lo podía ver?