No soy yo, son los astros. [м.у.g + ρ.ʝ.м]

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El chico pelinegro caminaba mirando a su acompañante mientras comía lo poco que quedaba de su helado, sonreía al ver al rubio tan ajeno a su alrededor, a su mirada fija.

—¿De dónde eres Jimin? —preguntó, llamando su atención

—De Busan, soy nuevo en la ciudad —sonrió—. ¿Y tú?

—Vengo de Daegu

—¿Desde cuándo vives aquí? —terminó de comer su helado

—Bueno, no vivo aquí, en realidad pienso mudarme dentro de poco hasta acá

—¿De verdad?

El chico asintió sonriente, luego, le hizo señas para que ambos se sentaran en una banca cercana.

—Estudiaré en la misma escuela que tú —sonrió ampliamente, más de lo que ya lo hacía

—Eso es maravilloso...

El silencio comenzó a pesarle incomodamente a Jimin, no sabía que más decir para seguir la plática. Hoseok miraba divertido al chico, era muy lindo a su parecer; definitivamente siempre eran tiernos chicos como él.

—¿Te parece si seguimos en contacto? —sugirió Hoseok con su sonrisa—. Debo regresar a mi casa

—Oh, claro —aceptó Jimin

El chico pelinegro asintió mientras extendía su mano, Jimin supuso que le pedía su móvil para poder escribir su número de teléfono, o alguna red social.

—¿Sabes? —tomó su móvil—. No me gustan las redes sociales, prefiero algo más privado, espero lo entiendas

Hoseok tecleó su número y lo guardó, extendió el móvil al pequeño Jimin y sonrió complacido cuando lo vio sonreír dulcemente.

—Estaremos en contacto, Jiminnie

Despeinó su cabello ligeramente, se levantó y se dio la vuelta para ir a la parada de autobús. Jimin sonrió feliz, había conocido a un ángel esta tarde; y no era sólo por su hermoso físico, sino también por haberlo ayudado a escaparse de TaeHyung.

Su móvil sonó, miró la pantalla para saber quién era.

—Hola Hee —saludó al atender la llamada

—Jiminnie, ¿dónde estás? —preguntó con desespero su hermana

—Mmh, cerca del centro —respondió luego de mirar el lugar—. ¿Todo bien?

—Necesito que vengas a casa

—¿Qué sucede Hee? —frunció el ceño confundido

—Te explicaré cuando llegues, no nos hagas esperar mucho

—¡Hee!

Su hermana había colgado la llamada abruptamente, Jimin miró confundido el artefacto mientras pensaba en sus palabras: ”no nos hagas esperar mucho”... 'nos', significaba que habían más personas con ella en casa.

Guardó su móvil, acomodó su mochila en su espalda, y comenzó a tratar de recordar hacia dónde estaba su casa.

      
        
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Cada paso que daba hasta la entrada aumentaba la curiosidad por saber porqué todo sucedía tan de pronto y acertado.

“Una noticia por parte de la familia que te sorprenderá.”

Aquello había estado escrito en su horóscopo. ¿Cuántas cosas podrían pasar en los primeros días de su nueva vida en Seúl que el horóscopo supiera?.