-¿Por qué me sigues mirando así?
-¿Por qué no respondes mi pregunta?
Jimin volvió a resoplar frustrado, YoonGi seguía clavando su dura mirada en él. Luego de llegar al salón, minutos antes de que la profesora iniciara su clase, ambos chicos comenzaron a luchar con extrañas preguntas y miradas confusas.
-Sólo pasó
-Sí, ¿y cuándo pensabas decirme que volviste a ser amigo del idiota de Kim TaeHyung? -cuestionó, cruzándose de brazos
-Ah, claro -Jimin rió, rodando sus ojos-. ¿Así como tú me dijiste que JungKook y tú eran novios?
El pálido castaño abrió los ojos sorprendido, ese ataque no lo esperaba para nada. Ahora, Jimin se cruzaba de brazos frente a él, triunfante.
_Sólo pasó -susurra YoonGi con indiferencia
-Claro
-Está bien, lo siento, pero quiero decirte algo sobre...
-TaeHyung me pidió disculpas -interrumpió el rubio, YoonGi calló-. Pasaba por un mal momento y, de verdad fueron sinceras sus palabras
-Si tú lo dices... está bien -asintió YoonGi más relajado, Jimin alzó una ceja curioso-. Yo de verdad no estoy bien para pensar en cosas como estas
El pequeño rubio se destensó y miró preocupado a su amigo y compañero; Min YoonGi desvió la mirada, estaba serio, pero su aura parecía triste, meláncolica. Jimin soltó un suspiro resignado, movió su asiento un poco más cerca del castaño, y tomó sus manos con delicadeza.
-Es cierto, perdóname Yoon -murmuró, YoonGi lo observó con los ojos bien abiertos-. No tienes que venir conmigo si no quieres ver a TaeHyung... ¡es más!, puedo decirle que no tengo ganas de salir y nos podemos quedar aquí en el descanso
¡Maldición!, ¿porqué Jimin tenía que ser tan perfecto?.
YoonGi deseó arrodillarse frente a él y decirle que lo necesitaba en su vida a fuerzas, sin importar qué. Quería decirle que se graduaría de la preparatoria, ingresaría a una buena universidad, y trabajaría con muchas ganas para mantenerlo a él y a sus hijos.
Hijos... ¿tan mal estaba de la cabeza por su culpa?.
-¿Harías eso por mí Jiminnie? -preguntó en un susurro
-Ah... claro -asintió Jimin con sus mejillas coloradas-. Le enviaré un mensaje a TaeHyung
Min YoonGi sonrío complacido y embelesado, pero deshizo su gesto cuando las manos de Jimin se alejaron de las suyas. El chico rubio sacó su móvil del suéter y notó un mensaje de Jung Hoseok. Diablos... se había olvidado de su encuentro en el descanso.
Miró de reojo a Min YoonGi, este se encontraba escribiendo en su libreta; escribiendo y tachando. Soltó aire sintiendo una pequeña culpa inundarlo, volvió a su móvil y mandó dos mensajes: uno para TaeHyung, explicando porqué no podría ir con él; y el otro para Hoseok, pidiendo disculpas y explicando que sería TaeHyung quien lo acompañaría.
-¡Listo! -informó el rubio con una sonrisa
-Gracias Minnie
¡Piensa en el horóscopo! ¡piensa en el horóscopo!. Repetía una y otra vez el pequeño Park en su cabeza revuelta. Recibir diminutivos cariñosos de Min YoonGi había sido, en gran medida, algo que su corazón pedía a gritos.
Sin embargo, la profesora ingresó al aula minutos después, y Jimin sabía que no pondría atención a la clase por pensar en su amigo castaño. Sus ideas estaban confusas, sus sentimientos a flor de piel. ¿Debería decirle a YoonGi que gustaba de él?
ESTÁS LEYENDO
No soy yo, son los astros. [м.у.g + ρ.ʝ.м]
Fanfiction« Los astros le decían a Park Jimin que aquel chico obstinado sería parte de su vida, pero nunca creyó que un lindo piscis pudiera ser más difícil de tratar que cualquier otro signo zodiacal. Nunca le dijeron lo difícil que sería derretir el bloque...