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—¿Novio? —repitió la palabra aún sin procesar bien lo que escuchaba

—Así es Jimin —el pelinegro se cruzó de brazos con una sonrisa de satisfacción—. ¡Y no sabes lo que me costó!

—Jungkook —llamó con severidad el mayor—. Déjame hablar con él

—Como quieras

El pelinegro le restó importancia al asunto y se retiró de la entrada para volver a la sala. YoonGi salió, cerrando la puerta, respiró nervioso para luego mirar a Jimin y notar que sus ojos brillaban.

—Yo... uh, ¿qué haces aquí? —preguntó el mayor, dudoso de sus palabras

—¿Es cierto? —soltó en un susurró

—La verdad es que, bueno... —balbuceó—. JungKook y yo somos cercanos desde antes de entrar al colegio, y debo admitir que él me gustaba desde antes del rumor

Jimin apretó sus dientes entre sí, claro, con la lengua haciendo de intermediaria para suplir el dolor emocional. No lloraría ahora, no se supone que haya sido engañado, y era cierto, él había interpretado mal sus intenciones.

—¿Jimin?

—¡Me alegro mucho por ustedes! —sonrió, intentando ocultar su dolor

—¿Estás, llorando? —cuestionó el mayor con preocupación—. Jimin yo... no te gusto, ¿o sí?

Negó inmediatamente con la cabeza, quería evitar decir algo, pues sabía que no aguantaría para romper en llanto si hablaba.

—Podemos seguir con la farsa, el idiota de Taehyung no tiene que saber la verdad

—No —susurró luego de intentar tragarse el nudo en su garganta—. Si él se entera de esto, no durara en expandir la noticia, y será peor para ustedes... diremos que terminamos

—¿Estás seguro? —lo observó angustiado, pero con un brillo de felicidad en sus ojos que Jimin notó—. Jungkook estuvo de acuerdo y...

—¡Es más! —lo interrumpió, soltando una risa—. Diremos que fui yo el que te terminó, y luego podrás estar con Jeon sin que haya algún malentendido

Jimin sonrió, su mente divagó de nuevo en aquel día cuando se declaró a Kim TaeHyung. Claro que no era lo mismo, el castaño no lo rechazaba cruelmente; había una razón, y era él quien había confundido los sentimientos y acciones de Min Yoongi.

—Si así lo quieres, gracias —sonrió el mayor

—Claro... nos vemos YoonGi

Finalmente le dedicó una sonrisa que fue correspondida, observó al mayor abrir la puerta para volver con JungKook, con su pareja real. Soltó una gran bocanada de aire mientras dejaba que el viento secara sus ojos y evitara que las lágrimas se asomaran; tenía que volver a casa, pero sabía que si su hermana se acercaba a él, no podría evitar echarse a llorar en sus brazos, y ella parecía leer a la perfección las emociones de su hermanito.

Acomodó su mochila al recordar que la traía puesta, miró en varias direcciones asegurándose de que su hermana no estuviera cerca. Al asegurarse de ello, comenzó su caminar hacia donde vagaba anteriormente, al centro cerca de su colonia.

El frío había disminuido, al menos era soportable para Jimin. Miraba el suelo sin atreverse a levantar la mirada, daba mil y un vueltas a lo que sus emociones decían. Se sentía molesto consigo mismo por haber sido tan ingenuo, se sentía incluso más molesto con TaeHyung, sólo por el recuerdo que tenía con él.

—¿Jimin?

Escuchó la voz grave llamarlo como si lo hubiese llamado con la mente, levantó la mirada dándose cuenta de que estaba de pie frente a una banca. Giró para asegurarse de que alguien de verdad le había hablado, y asegurarse además, de que fuera quien pensaba que era.

No soy yo, son los astros.  [м.у.g + ρ.ʝ.м]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora