No soy yo, son los astros. [м.у.g + ρ.ʝ.м]

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Los ojitos de Jimin picaban por las lágrimas que se guardaba mientras salía de aquella enorme empresa.

Mordía su labio con fuerza para evitar que el dolor le hiciera atraer miradas morbosas de la demás gente a su alrededor. Le había dolido; la manera tan fría y aquellas palabras que Min YoonGi usó con él, le habían dolido como pensó que no podrían hacerlo.

Su corazón latió con fuerza cuando lo vió.

Pero, aparentemente, el de YoonGi no.

—¡Espera!

Jimin fue detenido por una mano tomando su brazo, evitando que siguiera con su camino, el castaño levantó la mirada y observó con duda al chico que lo detenía preocupado.

—Joe... ¿qué sucede? —pregunta en voz baja

—Me preocupé por la manera en la que te fuiste —confiesa el chico más alto que él—. ¿Estás bien?

—Sí, lo estoy —Jimin finge sonreír—. Lo siento, tengo que...

—¿Quieres ir por un café? —pregunta inmediatamente Joe, sonriendo—. Hay un lugar muy cerca de aquí

Jimin observa el rostro emocionado de Wang SuYong. Un brillo es lo que nota en sus ojos; un brillo que le hace derretir su corazón mientras lo observa un tanto impaciente por su respuesta.

—Está bien —sonríe Jimin—. Vamos por un café

      
      
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Soltando una suave risa, Jimin ladea su cabeza y toma un rápido sorbo a su café amargo.

—¿Te han dicho que te pareces a Lee Jong Suk?

—¡No digas eso! —suelta Joe al bajar el vaso de café, riendo—. Me lo han dicho, pero no es justo ser comparado con él

Park Jimin miró atentamente el rostro del chico sentado frente a él; al llegar, habían tomado asiento en una pequeña mesa con dos sillas al fondo. Con la hermosa vista a la avenida.

Wang SuYong había sorprendido a Jimin observando su rostro con detenimiento. Y asustado, preguntó la razón por la que era observado.

—Tus ojos, nariz y labios se parecen a los de él —indicó Jimin, bebiendo su café—. Pero te ves más lindo y tierno que el actor

—¿Eso es un halago? —ríe nuevamente Joe—. No sé si tierno me ayude a conseguir pareja

—¡Por supuesto que sí! —Jimin asiente efusivamente—. Tienes ese contraste de rostro tierno y voz sexy

—¿Sexy? —Joe abre sus ojos con sorpresa

—Sí, tu voz suena un tanto grave y muy atrayente

Jimin sonríe dulcemente mientras sigue bebiendo de su café. Wang SuYong no había podido dejar de mirar embobado aquella sonrisa y esos pequeños ojitos hermosos que destellaban.

Ese chico, Jimin, era un ángel en verdad.

—Jimin, ¿puedo preguntarte algo?

Los ojos del mencionado se posan curiosos en Joe ante la seriedad con la que habla repentinamente. Jimin asiente.

—¿Cómo conociste a YoonGi-sunbae?

Por primera vez, SuYong se desconcertó al ver que la sonrisa de Jimin se esfumaba como si le hubiera dado una mala noticia. Los ojos del más bajo miraron la calle con tristeza y rápidamente pareció sombrío.

—Lo lamento, no debí preguntar

—Lo conocí en preparatoria —susurra Jimin, mirando la avenida iluminada por el sol—. Fue mi primer día de escuela aquí en Seúl; nos hicimos amigos