No soy yo, son los astros. [м.у.g + ρ.ʝ.м]

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—¡Jimin!

El castaño siguió caminando con prisa por la calle, ignorando el insistente grito de su nuevo compañero. Jimin sentía sus ojos picar por la rabia de saber que Min YoonGi se estaba vengando de él.

—¡Jimin!

Su cuerpo se frena de golpe cuando la mano de Joe toma su brazo. Deja salir aire con cansancio y se gira para observar con tristeza a SuYong.

—¿Estás bien? —pregunta el chico cuando lo mira a los ojos—. Jimin, sé que YoonGi puede ser grosero a veces, pero...

—Mecanógrafo —susurra Jimin sin mirar a Joe—. Me dio un puesto en mecanografía, ¿tan siquiera sigue existiendo eso?

Los ojos de SuYong se abren con sorpresa al escuchar a Jimin. Aún incrédulo, toma la hoja que le extiende Park Jimin y lee un par de veces lo que había en el puesto.

—¿Por qué haría eso? —pregunta Jimin al aire

—Probablemente no tenía vacantes en redacción

—¿Y entonces por qué contratarme? —espete el castaño—. Me odia... me odia tanto

Wang SuYong desvía la mirada sin saber qué decirle a Jimin; tal vez Min YoonGi sí odiaba al hermoso chico de cabellos castaños.

—Quería celebrar que conseguimos entrar a esta empresa —susurra Joe, tentando las aguas—. Quiero celebrar que estaremos juntos por algún tiempo, por cierto... soy acuario

Jimin sube su mirada para conectar con la de Wang SuYong, desconcertado, mira la bella sonrisa del chico; era sincero, lo podía sentir.

Mira a su alrededor y su mirada se posa en el periódico donde trabajaría por cierto tiempo.

Si bien era cierto que la idea de que Min YoonGi trabajaba ahí le dolía, era una oportunidad que no podía desperdiciar.

Mucho menos cuando aquel tierno chico de radiante sonrisa lo invitaba a pasar el tiempo con él.

A compartir con él.

—Es tarde, deberíamos ir a comer algo —sugiere Jimin con una dulce sonrisa

—¿A dónde quieres ir? —pregunta Joe con entusiasmo

—Dicen que los acuario son muy espontáneos —murmura Jimin entrecerrando sus ojos por la luz del sol—. Sorpréndeme

—Oh mi querido libra, te prometo que te vas a sorprender

Park Jimin suelta una risa ante el susurro seductor de Wang SuYong, ambos se miran una última vez antes de emprender su camino hacia el centro de la ciudad.

Era lindo, pero quemaba en el interior de Min YoonGi.

Luego de haber corrido a Jimin de la sala, YoonGi tuvo la carga de la culpa. No quería hacer nada que lastimara a Jimin, pero una parte de su corazón estaba resentido aún.

¿O es que tenía miedo de volver a sentirse vulnerable ante Park Jimin?.

Como haya sido, el joven pelinegro se maldecía mientras intentaba alcanzar a Jimin cuando su amigo SuYong salió decepcionado; también eso le había pegado.

Pero no más que haber salido del edificio y encontrar a su antiguo compañero frente a Park Jimin.

Riendo, coqueteando. YoonGi sabía que la naturaleza de Jimin era ser coqueto sin querer serlo, pero Wang SuYong no era ese tipo de persona.

No al menos que...

—Le gusta —susurra para sí mismo, sintiendo su cuerpo tensarse a mitad de la explanada de su edificio