No soy yo, son los astros. [м.у.g + ρ.ʝ.м]

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Nuevamente su cuerpo duele de tanto correr. Sisea de dolor mientras gira constantemente sobre la acera para encontrar un taxi disponible para él.

—Mierda...

Un quejido sale de sus labios cuando se detiene por un instante; su cuerpo le pide a gritos un descanso al igual que su cerebro, pero su corazón no está tranquilo.

Necesita encontrar a Jimin pronto.

—¡Taxi!

Con alivio, levanta la mano al encontrar un vehículo disponible y con desespero cuenta los segundos en que el taxi se acerca y entra a él.

—¿A dónde lo llevo...?

—¡Al aeropuerto!

Con un breve asentimiento, el conductor del taxi arranca para dirigirse al aeropuerto al sur de la ciudad. Min YoonGi deja caer su peso contra el respaldo del asiento trasero del taxi.

Respirando profundamente, intentando calmar todas las sensaciones en su cuerpo.

Park Jimin estaba por tomar un vuelo a Inglaterra, y aún se encontraba lo bastante lejos del aeropuerto.

—¿Podría ir más rápido, por favor?

Nuevamente recibe un asentimiento al pedir un poco más de prisa. Mira por la ventana y calma su mente por un momento al ver las estrellas.

Era gracioso.

Recordar que hace bastante tiempo Min YoonGi creyó que era un error haber conocido a Jimin; era tan diferente a él, o tal vez porque eran tan similares fue que no soportaba estar a su lado.

Jimin era sólo un chico tonto que creía en los horóscopos.

Y sin embargo, Min YoonGi terminó siendo el mayor idiota cuando creyó que su corazón no debía ser descubierto por la única persona que lo amaba sin importar el qué.

Jimin creía en los astros, pero nunca dudó en acompañar a YoonGi aún cuando ninguno de los dos eran compatibles según las estrellas.

El antiguo adolescente rubio insistía en seguir a su lado aún cuando en las páginas de horóscopos le decían que se alejara de él. Min YoonGi alguna vez leyó que un signo libra en su vida iba a representar sufrimiento emocional.

Pero no era cierto.

Siempre que Jimin estuvo junto a él, lo único que recibió fue cariño; alegría y paz en su agitado corazón.

—Lo siento... creo que tardaremos más de lo esperado

Dejando de lado sus pensamientos, YoonGi mira por la ventana del taxi y observa el tráfico en la carretera que da con el lado sur. Sus ojos se abren con angustia y mira la hora en su reloj; las 7:34 de la noche.

El vuelo de Park Jimin salía a las 8:10.

—¿No hay alguna otra ruta? —pregunta YoonGi con la calma que puede tomar

—La hay, pero está a un par de kilómetros y esto no va a avanzar tan rápido... seguramente tardaremos más de una hora

Min YoonGi apreta sus labios para evitar maldecir en voz alta. Siente sus manos temblar con ansiedad y simplemente dice lo último que se le puede ocurrir.

—Tan pronto como encuentre una ruta alterna, ¿podría intentar llegar lo más pronto posible?

—Por supuesto

La conversación termina y Min YoonGi deja caer su peso nuevamente en el respaldo del asiento. Saca aire con rabia y observa por la ventana cómo la noche avanza.