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Min YoonGi volvió a suspirar frente al espejo del baño, cuidando de que nadie lo viera y le preguntaran si algo le pasaba. Pues, a leguas se notaba el miedo que lo carcomía justo ahora.

—Vamos YoonGi... sólo dile, tú puedes

Cerró los ojos y soltó un quejido, ¿de verdad se estaba dando ánimos frente al espejo?.

El castaño volvió a abrir los ojos y se miró una última vez; debía ser valiente. Miró la hora en su móvil, ya había tardado en volver al aula, y el descanso terminaría pronto; de repente, el recuerdo del hermoso Park Jimin lo hizo congelarse en su lugar, sin embargo, sonrío.

Al fin, YoonGi le diría a ese pequeño rubio lo que sentía por él. Lo quería, quería una relación con él, y ésta vez de verdad. Recordó lo que en la mañana había pasado, y no pudo evitar pensar en lo rara y corta que es la vida... debía, aunque fuera terrible, agradecerle a aquella mujer que le hizo ver que siempre podemos arrepentirnos de nuestros errores; y tal vez, dejar los rencores a un lado.

—¡Bien!

El chico castaño sonrió para darse valor y caminó hasta la puerta del baño para ir con Jimin, pero accidentalmente, alguien abrió la puerta con fuerza, dándole un golpe en el rostro.

—¡¿Qué demonios?!

—¡Ah...!

YoonGi cubrió su rostro con dolor mientras se quejaba y se tambaleó, retrocedió un paso al sentir al chico acercarse a él.

—¿Qué te sucede amigo?

El pálido chico descubrió su rostro con notable furia para encarar al idiota que lo había golpeado, pero al ver a la persona frente a él, sintió su sangre bajarse hasta los pies inmediatamente. De repente, el aire parecía frío en el lugar.

—¡Tú...! —señaló YoonGi escandalizado con su dedo índice, el otro chico parecía petrificado—. ¡¿Qué... tú?!

—¡Min YoonGi! —sonrío el otro chico con sincero desconcierto—.  ¡Que sorpresa!

—¡¿Qué mierda haces aquí?! —cuestionó el pálido con preocupación

—¿Así es cómo me recibes después de todo lo que pasamos juntos?

YoonGi no supo en qué momento había lanzado un golpe contra el rostro del más alto; sobó su mano al dolerse por tremendo golpe, y miró con furia al chico de cabello oscuro en el suelo, sorprendido.

—¿Esperabas un beso? —se burló YoonGi cuando el otro se levantó

—Esperaba que dejaras el rencor atrás, pero no has cambiado mucho

—Nunca lo olvidaré... no olvidaré lo que me hiciste pasar Jung Hoseok

El mencionado sonrió cuando estuvo frente él; no esperaba tener tanta suerte para poder encontrar así nada más al chico que creyó volver a ver. YoonGi, por su parte, quería salir corriendo de ahí, y no para evitar golpearlo, más bien, para evitar quebrarse frente a él. 

Su día era una completa mierda ahora.

—Creo que tenemos que hablar —indicó Hoseok con fingida indiferencia

—Claro, y luego nos contaremos nuestras vidas e iremos por un café —Hoseok sonrió—. ¡Claro que no idiota! No tenemos nada de que hablar... ya no somos nada

—Pero fuimos algo

—¿Por qué no lo superas ya, Jung? —cuestionó en tono hostil, sin embargo, por dentro se sentía morir con sólo verlo nuevamente

No soy yo, son los astros.  [м.у.g + ρ.ʝ.м]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora