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—¿Realmente piensas quedarte en publicidad?

El joven hombre frente a él asiente con orgullo mientras se acomoda en el asiento junto a Jimin.

—Creo que la creatividad la tengo, y puede que la persuasión también

—¿Cómo puedes estar seguro de ello? —pregunta Jimin con curiosidad

—¿Acaso no te hice tomar mi asiento a pesar de que dudaste?

Jimin entrecierra los ojos con falsa indignación mientras Joe suelta una risa divertida.

—Debemos saber qué quiere el cliente aunque no lo esté pidiendo; hacerte sentir que lo necesitas aunque no es así

—Suena complicado —murmura Jimin—. Pero se nota que tienes la habilidad

—También creo que tú tienes la habilidad que necesita un redactor —asegura el chico con una sonrisa—. Conectas con la gente sin esforzarte, expresas lo necesario de forma entendible

—Agradezco tus cumplidos Joe

La sonrisa de Jimin se extiende con una dulzura increíble por todo su rostro; SungYo simplemente sonríe con emoción ante tal belleza tan tierna.

—¡Park Jimin! Sala dos

La voz de la mujer pronunciando su nombre lo hace voltear a mirarla. Era su turno de pasar después de una hora hablando con el extraño SungYo.

—Deseo que te vaya excelente en tu entrevista —susurra Jimin con sincero sentir—. Tal vez nos veamos aquí

—Espero que así sea —asiente Joe al ver a Jimin levantarse de su lugar—. ¡Éxito!

—Gracias Joe

El joven castaño le dedica una última sonrisa a SungYo para luego caminar hasta las puertas de la sala de conferencias. El cuerpo de Jimin desaparece segundos después, con la mirada de SungYo perdida en sus pensamientos.

Definitivamente, aquel sujeto Park Jimin era una de esas personas que se quedan grabadas en tu mente por más que intentes no pensar en ellas.

Pero eso era maravilloso.

Sintiendo su corazón palpitar con excesiva velocidad, Jimin camina por el pasillo que conecta con las salas de conferencias. Respirando con profundidad, observa el número 2 de la sala a la que debía ingresar.

Recuerda, inevitablemente, cuando entró a clases en Seúl.

Nervioso se sentía al tener que entrar en un aula y hablar. Pero ya no era un niño; esta era su vida, de esto dependería el resto de su vida.

Armándose de valor, Park Jimin abre la puerta de la sala e ingresa. Nota a un par de personas sentadas en un tipo de tribuna y hace una media reverencia, nervioso.

—Buenas tardes, mi nombre es Park Jimin y vengo de la Universidad de Seúl; vengo a la entrevista para el puesto de redactor practicante

—Tome asiento, por favor

Haciendo caso a la petición de una mujer, el joven castaño camina hasta la silla en medio de la sala. Toma asiento rápidamente y se acomoda para mirar a los presentes.

—Tus calificaciones son buenas, y la prueba escrita la pasaste con excelencia —indica un hombre, mirando su libreta—. Eres el único recomendado de la Universidad de Seúl, ¿es cierto?

—Lo es —asiente Jimin, sonriendo—. Estuve un año en el extranjero, obtuve referencias de algunos periódicos pequeños de...

—Hay casi cincuenta estudiantes pidiendo ser redactores

No soy yo, son los astros.  [м.у.g + ρ.ʝ.м]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora