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—Uh, estoy aburrido, haz algo —ordenó mientras se dejaba caer en la cama del contrario

Luego de la cafetería, ambos chicos regresaron a casa de Jimin, pasarían la tarde juntos y el castaño pidio estar en casa de su amigo, era menos molesto.

—¿Qué debería hacer? —cuestionó Jimin con una sonrisa divertida mientras se sentaba en la orilla

—Haz de comer

—¿Disculpa? —soltó una risa—. Acabas de comer Yoon

—Pues tengo más hambre —se quejó mientras fruncía el ceño y los labios

—¿Qué es eso Min YoonGi? —cuestionó sin poder creer lo que miraba—. ¿Acaso es un berrinche?

—¡Y qué si lo es! —alzó la voz mientras se acomodaba, colocando su espalda contra el respaldo de la cama

—De verdad eres un niño cuando te aburres... o te ponen de malas —susurró lo último

—Te he oído —lo observó serio para luego suspirar cansado—. Es cierto, ese castaño ridículo me puso de malas

—No le hagas caso YoonGi, sabes que sus neuronas no están bien conectadas

—Vaya insulto con clase —rió el mayor—. ¿Y si leemos un poco?

—¿Un zodiaco? —sonrió el rubio enormemente mientras se acercaba a él

—Uh... como quieras —se encogió de hombros

Ambos se sentaron en medio del colchón, Jimin sacó el móvil de su pantalón y lo desbloqueó para entrar a esa adictiva aplicación.

—¿Cuál quieres leer? —preguntó el menor

—Sigamos leyendo el de ayer

El pequeño rubio asintió sonriente mientras entraba a la historia.

—Mmh, los signos en una película de terror —leyó Jimin curioso—. El tuyo dice que eres el que encuentra a todos muertos

—Ja, siempre soy el que se pierde todo... ¿qué dice el tuyo?

—¿Qué? ¡Soy el que muere primero! —alzó la voz indignado

—Eso es porque eres rubio

—¡Oye! —se giró a verlo molesto—. ¡Son las rubias las que mueren siempre!

—¿Y cuál es la diferencia contigo? —sonrió de lado

—Eres un grosero —le sacó la lengua

—Tú eres un bebé —acarició su cabello divertido

—Anciano —replicó, dando un manotazo a su tacto

—Lo sé —sonrió

—Amargado

—Gracias

—Idiota

—¿Idiota? —abrió los ojos con diversión—. ¡Pero me adoras!

—No es cierto —se cruzó de brazos—. No te aguanto

—Eso dices Park

—¡Bien! Es cierto —sonrió con seguridad—. Me encanta estar contigo Min

YoonGi se quedó congelado sin saber qué hacer o decir al escuchar aquello, observó a Jimin sonreír con ternura, y su corazón se encogió suplicando que el cariño del más chico fuera familiar.

—Mejor sigue leyendo —pidió el pálido con seriedad

—Ay Yoon, no aguantas ni una broma —soltó pequeñas risas—. Bien, el siguiente es... quién es tu alma gemela

No soy yo, son los astros.  [м.у.g + ρ.ʝ.м]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora