CAPITULO 6ACCIDENTE
Lunes por la mañana. El peor día para levantarse temprano. Mis vecinos de arriba tuvieron una buena fiesta que acabo a las 3 de la mañana, así que me siento con las ganas de un muerto viviente.
Me doy una ducha rápida, y elijo algo casual, sin exagerar, para el trabajo. Esta vez por falta de tiempo, no me maquillo. Tomo una barra energética y salgo corriendo de casa. Rumbo al trabajo canto una que otra canción, para evitar estresarme.
Veinte minutos mas tarde me encuentro en la Universidad, y 10 minutos de haber comenzando mi clase. Entro rápidamente, los alumnos dejan lo que están haciendo para sentarse y ver todo el caos que me acompaña.
—Llega tarde, señorita Ferré. —Una voz, muy bien conocida habla. Varios alumnos sueltan una risa. Mientras que yo rodeo los ojos. Dejo todo en el escritorio, y me giro sobre mis talones.
Ayden Cross, me observa con esa risita provocadora que lo caracteriza. Tiene los brazos cruzados, lo cual lo hace derrochar imponencia.
No puedo evitar recordar lo sucedido ese viernes por la noche. Rápidamente ignoro esa imagen de mi cabeza.
—Lo sé. —Respondo. —Les pido una disculpa, tuve un percance. —Digo, y aunque por dentro este enojada por el tonito que se carga Ayden, no digo absolutamente nada, no quiero demostrar que me afecta. El me escudriña con desfachatez, lo observo, se ve tan juvenil, tan impactante, tan él.
Segundos después, me giro sobre mis talones, tomo el plumón y anoto el tema que se vera hoy.
La clase pasa rápidamente, y mientras todos realizan en silencio un examen sobre el tema que hemos visto en la primera hora, yo me dedico a husmear por mi red social. Y aunque no debería por mi salud mental. Lo hago.
Tecleo en la búsqueda su nombre, y a mitad de su apellido, me aparece él. Lo selecciono y ahí está su red social. Trago saliva, y agarro valor. Su foto en la playa me saca de balance, su blanca dentadura detrás de esa sonrisa relajada que se carga me hace admirarlo de más, y no puedo evitar sentir un hueco en el estómago, un par de nauseas. Niego con la cabeza, necesito componerme, pues no lo he logrado superar suengaño.
Mierda.
A veces, solo a veces, imagino que hubiera sido todo si estuviéramos juntos, si todo lo que teníamos pensado se hubiera hecho realidad. ¿Qué estaríamos haciendo? ¿A dónde iríamos esta vez?
Cierro los ojos, para tratar de deshacer ese nudo en la garganta.
Demonios.
Y aunque sé que no debería, continúo viendo más y más fotos. Y una me sorprende totalmente, él y yo.
Lo recuerdo. Un paseo por Vancouver, visitando a su familia. Una enorme sonrisa en ambos, un gran abrazo que parecía sincero, un cálido beso en mi mejilla, que demostraba todo el amor que nos teníamos, o al menos que yo verdaderamente le tenía.
—Bonita foto. —Ayden, dice de pronto. Inmediatamente bloqueo mi móvil.
—¿Ya termino? —Pregunto, sin mirarlo.
—Así es. ¿Pasa algo? —Su pregunta, denota cierta intriga, cierta preocupación. Eso creo
—No. Nada. —Respondo cortante. —Si termino deje el examen en el escritorio, y salga.
—Amber... —Mi nombre suena diferente en su boca, mi nombre suena tan extraño como él lo menciona. Mi nombre simplemente tiene otro significado cuando él lo dice.
ESTÁS LEYENDO
Yo te haré olvidar, Amber.
RomanceAmber no quería volver a enamorarse. Había perdido el sentido a ese sentimiento. ¿La razón? Un idiota infiel. Una nueva ciudad, un nuevo trabajo, una nueva vida. Una profesora de idiomas Un alumno imprudente Ella quería alejarse... Él quería acer...