Capitulo 30

509 63 43
                                    




CAPITULO 30

CONSEJOS, NUEVAS AMISTADES, Y ADIÓS.

Han pasado tres días. Tres días en los que Ayden me ha evitado, tres días en lo que parece ignorarme por completo. Mañana es el último día que hay clases, el último día en que puedo detenerlo y hablar seriamente con él.

Han sido sinceramente tres días de mierda. No logro entender cómo es que no me deja explicar que todo es una locura. Que lo quiero y mucho, pero vivir juntos es un paso enorme. Un paso sumamente importante, o al menos así lo veo yo.

Llego al departamento con un par de compras. En el elevador me topo a Dante, mi nuevo vecino. El chico parece tipo de portada de revista. Este va hablando por móvil, no para de reír sobre unas cosas. Parece ser que esta organizando una fiesta.

Lo que me faltaba.

Segundos después cuelga. El elevador se abre. Dante me ayuda con un par de bolsas.

—Desventajas de vivir en un edificio. —Dice, una vez que sostiene la mayoría del mandando. No me niego, por que en realidad si necesito ayuda.

—Lo sé, tendré que ir buscando casa. —Me mofo.

—Con tu prometido ¿Cierto? —Cuestiona. Busco las llaves en mi bolso. No puedo evitar sentirme ansiosa por lo que ha dicho. Suelto un suspiro.

—No es mi prometido. —Suelto. —Sólo es mi novio.

Ni siquiera se si eso es verdad.

—Oh entiendo. —Se adentra al departamento, y coloca las bolsas en la barra de la cocina. —¿Tienen mucho de novios?

—Unos meses. —Confirmo. Comienzo a guardar las cosas en la alacena. Dante esta estático en el marco de la puerta. —¿Y tú? —Pregunto para aminorar la tensión que hay en el ambiente.

Admito que no es como la que posee Ayden. Pero Dante tiene lo suyo, y como a cualquier otra mujer, hace ponerse nerviosa.

—No tengo novia. —Resopla. —Por ahora prefiero sólo mantenerme enfocado a mi trabajo. —Abro la nevera, y saco un par de cervezas. Mi vecino sonríe. —Creo que desde ahora serás mi vecina favorita. Gracias por la cerveza.

—De nada. ¿Y a que te dedicas?

—Tatuador, y modelo. —Responde, después de darle un sorbo a la cerveza.

—¿En serio? —Sonrío. —Entonces ya se con quién me haré mi primer tatuaje. —Termino de acomodar las compras. Y me siento en la pequeña barra. Dante se sienta frente a mí.

—Claro, puedes ir a mi local, podemos diseñar algo juntos. Como es el primer tatuaje tiene que ser algo que signifique mucho para ti. Sólo te advierto una cosa. —Bebe una poco de cerveza. Continua —Una vez que te haces uno, se vuelve adicción. Mírame a mí, prometí solo hacerme un par, y ahora parezco un cartel. —Se mofa.

—¿Será?

—Así es señorita. Debes preguntarle a tu novio, él esta mucho mas tatuado que yo. —Encoje los hombros. —Sabes, siento que lo he visto en algún lugar, se me hace tan conocido. —Enmarca una ceja.

—Ni idea. —Respondo. No quiero soltar información de más.

—En fin, pueden ser ideas mías. Debo irme Amber. —Se levanta de la barra. —Hoy tendré fiesta, estas cordialmente invitada. Vendrán todos mis amigos, y amigos de mis amigos. Será una gran fiesta de amigos y amigos. —Suelta una risa, que contagia.

Yo te haré olvidar, Amber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora