Yo te haré olvidar, Amber.

Capitulo 27

           

CAPITULO 27

UN VILLANO BASTANTE ESCONDIDO.

El domingo por la tarde, nos disponemos a regresar a Los Angeles. Mi familia parte mañana por la tarde. Y yo, entro temprano al trabajo. Comienza la rutina, y de nuevo ese estrés de la Universidad, Ayden, y yo.

Niego con la cabeza, necesito apartar eso de mi cabeza, no es el momento.

Agradezco que el camino se vuelva agradable con Ayden, y las ocurrencias que suele decir. Unas cargadas de sugerente picardía, otras con cosas bobas, que no paran de hacerme soltar más que risas y más risas. No comprendo cómo es que, de ese atractivo, tonificado, y escultural cuerpo, pueda ver dinamita pura, llena de tanta locura.

—Deberías acompañarme a New Haven. —Dice, de pronto. No desvía su atención hacia mí, su concentración está en la carretera. Antes de responder me doy el pequeño placer de admirarlo. Porta esos lentes de sol que lo hacen lucir como un modelo. Tiene ese porte que cautiva, esa imponencia de derrocha por donde camine, esa actitud que se irradia a cualquier lugar. Pasa una mano por su barbilla. Sus tatuajes en los nudillos me distraen. Sonrío.

¿En qué momento me quedo anonadada?

¿En qué momento me quedo observando de más, al hombre que tengo a mi lado?

—Y es aquí...cuando respondes. —Ayden, musita. Mi atención, vuelve.

—Eso suena...interesante, y...muy interesante.

—¿Tienes miedo? —Cuestiona.

—Si. —Confirmo.

—¿Por qué? —Enmarca una ceja.

—Porque es tu familia. —Sueno un poco sarcástica, más de lo que debería. No puedo descifrar la mirada de Ayden, no puedo ver más, esos lentes de sol me lo impiden. El no deja de tener su cabeza fija hacia el frente.

—¿Y? ¿Crees que yo no me puse peor?

—No lo demostraste Ayden.

—No bonita, no lo demostré. —Hace una pausa —Estaba jodidamente aterrado. ¿Sabes que es conocer a los padres de la chica que te gusta? —Niega con la cabeza —Es aterrador.

No me pasa desapercibida las palabras que ha dicho. Quiero sonreír, pero lo evito. Muerdo un poco mi labio inferior, paso una mano por mi cabello. El tatuado gira su cabeza hacia mí, sin embargo, en segundos vuelve su atención al camino.

—Veremos que sucede. —Digo, finalmente.

—Eso suena mal. —Suelta. —Das tan poca credibilidad a esto, que a veces dudo de tu seguridad a la relación, Amber.

—Espera, tranquilo. Doy la credibilidad que tiene Ayden, recién estamos tratando de manejarlo, yo tengo miedo sí, yo aún no me siento confiada, no de ti, no de mí, sino de lo que sucede entre ambos. Incluido el estrés de mañana, tener que vernos y que nada pueda ser igual como hasta ahora. —Hablo tan rápido, que tengo que detenerme y soltar un suspiro. —Es...difícil. No es normal que una profesora sienta cosas por su alumno, así que ponte un poco en mi lugar, te lo he dicho un par de veces, yo tengo mucho que perder, tú no.

—Amber...va a pasar lo que tenga que pasar.

—Ese es el problema, tú vez todo tan insignificante, para ti está bien, para ti sólo es dedicase a la relación y listo, lo demás no importa. —Resoplo.

—No, pero no tienes por qué estar estresándote por algo que no está pasando. Si mal no recuerdo solo te quedan 2 meses ahí, podremos sobrellevarlo.