Yo te haré olvidar, Amber.

Capitulo 24

CAPITULO 24.

NO HAY TITULO PARA ESTO.

El día de acción de gracias está por llegar. La universidad nos ha dado desde el jueves libre. Han pasado casi tres semanas en las que he evitado a Ayden. ¿Por qué? Por que se me hace más fácil evitarlo, que hablar de frente como suelo hacerlo. Me siento tan confundida respecto a lo que siento.

No es que este enamorada, es sólo un sentimiento extraño, si eso es. Eso es lo que me he estado repitiendo una y otra vez. Eso es lo que debe ser. Definitivamente lo es.

Ha estado tocando el timbre, ha estado llamándome, texteandome, tratando de hablar conmigo en la Universidad, y huyo, salgo lo más rápido posible para no topármelo fuera del horario de clases.

Me siento patética por hacer esto, me siento extraña por hacer esto, me siento completamente cobarde, y eso definitivamente no es lo que me enseño papá, no es lo que me enseño mamá. Y ahora estoy aquí, haciendo todo lo contario, haciendo todo lo que uno no debe hacer cuando tienes una situación que hablar, que enfrentar. Lo que se supone que teníamos que hablar, cuando algo se saliera de control, lo que estuve de acuerdo, parece estarse yendo al carajo, parece que yo lo estoy mandando al carajo. Y es demasiado frustrante pensar algo, y hacer las cosas diferentes.

Una lucha interna entre mi cerebro, mi corazón. Lo que siento, lo que debo sentir, lo que no debo sentir, lo que debo pensar, lo que debo hablar, y luego llega el subconsciente malvado, a abofetearme mentalmente, a regañar y reprobar este tipo de conducta, este tipo de cobardía que estoy teniendo.

¿Qué es lo peor que puede pasar?

No lo sé, no tengo una idea clara.

¿A qué le temo?

A un engaño. A volver entregar el corazón y que lo dañen nuevamente.

A sentir un sentimiento más profundo, y...que todo se vaya al demonio.

Sencillamente le temo a todo lo que quiero, y a todo lo que no estoy lista.

Bastante confusa la situación.

Lo sé.

Las ganas de ir con mis padres a Baja california son grandes, sin embargo, me han dado la noticia que irán con mis tías a México, así que me contengo de poder darles muchos abrazos, para diciembre. Solo un mes más, y los veré.

Damián parece que ha decidido quedarse en Los Angeles por más tiempo, y lo agradezco, me ayuda a distraerme a pesar de que Stella parece ser ahora su prioridad. No tengo celos ni nada por el estilo, es solo que estoy acostumbrándome a ser la hermana solterona, alado del hermano con una relación que parece bastante formal.

El día esta nublado, y ligeramente frío. Así que pongo algo de café para poder sentarme y leer el libro que he comprado. Decidí dejar un poco las series, y ponerme en acción en la lectura, no sin antes colocarme los audífonos, y seleccionar algo de música.

Si, si, se que piensan en Blackbear, pero no, esta vez una lista de reproducción bastante diferente a lo que suelo escuchar, pero muy adictiva, una banda finlandesa con un cantante bastante atractivo, y con una voz demasiado atrayente. His Infernal Majestic (HIM).

Los tres primeros capítulos me saben aburridos, pero el cuarto, demonios que se vuelve interesante, adictivo. La música suena, el café me hace sentirme confortable, cálida, ante el frio que comienza a sentirse en el departamento.

Un mensaje de texto llega. Suelto un suspiro.

Amber...deja de evadirme, tenemos que hablar. —A.C