Capítulo 15.

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TERESA.

Estaba en mi laboratorio, analizaba la sangre de uno de los inmunes.

Debe haber un camino más fácil y rápido hacia la cura.

Estaba en eso cuando uno de los doctores entró.

Malcom: Esta lista.

Asentí, me levanté y lo seguí por las instalaciones.

Recorrimos algunos pasillos antes de llegar a un laboratorio un poco más grande que el mío.

Entre hasta al final para encontrarme con Liz, una pequeña infectada a la que he estado tratando.

Teresa: Hola Liz.

Ella se giro a verme. Se veía mal.

Liz: Señorita Teresa.

Teresa: Liz ¿cómo te sientes? -dije mientras uno de los "enfermeros" aplicaba un poco de alcohol con un algodón en el brazo de Liz.

Liz: Bien -otro de los "enfermeros" me paso una especie de jeringa un poco rara- ¿eso va a curarme?

Las venas se marcaban por todo su rostro y sus ojos estaban completamente negros.

Teresa: Eso espero. ¿Recuerdas la historia que me contabas sobre la casa de tu familia?

Liz: Ya no lo recuerdo.

Teresa: La que estaba junto al lago -dije mientras la inyectaba, intentaba mantenerla distraída.

Cuando la jeringa entró por completo Liz se estremeció, apuesto que le duele, y mucho. Cerró fuertemente los ojos y encogió los dedos de los pies. Respiraba muy rápido.

Liz: Quema.

Teresa: Lo se, lo se -dije intentando darme prisa, cuando estuvo hecho saqué rápidamente la jeringa- listo, es todo, que valiente eres.

Poco a poco su respiración se volvió normal.

Cuando estuvo totalmente calmada, abrió lentamente los ojos y me miró.

NARRADOR.

Janson y la doctora Paige estaban frente a una de las ventanas del laboratorio donde la pequeña Liz y Teresa se encontraban.

Janson: Ah, eso es increíble -dijo mirando los rápidos resultados de Liz- cuando se lo administrará a los infectados.

Ava: Eres muy compasivo para alguien que le disparo a toda una multitud.

Janson: Dijo que hiciera mi trabajo y solo aproveche la ocasión.

Ava: Y fallaste, al parecer. Las patrullas no hallaron el cadáver -dijo refiriéndose a Thomas- él sigue allá afuera.

Janson: ¿Qué me dice de ella? ¿Lo sabe? -dijo mirando a Teresa.

Ava: No, no puede, necesito que se concentré.

Ambos miraban a Teresa a través del cristal.

Ava: Aumenta los niveles de seguridad en toda la ciudad. Cuento con que te encargues de esto Janson.

MINHO.

La puerta de mi dormitorio se abrió. Dos soldados entraron, uno de ellos traía un par de esposas.

Me levantaron de mi cama y me pusieron las esposas.

Me escoltaron hasta una pequeña habitación. Había una mesa y un par de sillas. Me sentaron en una de las sillas y salieron de la habitación.

The Death Cure (Newt & Dove) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora